Saturday, July 30, 2011

“Usted trabaja o simplemente es una Mamá?”

A mis amigo(a)s cibernautas:
Reflexiones Cristianas
Julio 30 del 2011
Meses atrás, cuando recogía a los niños del colegio, otra madre a la que conocía bastante bien, se me acercó.
Estaba muy indignada. - "¿Sabes lo que tú y yo somos?" me preguntó. Antes de que yo pudiera darle una respuesta, la cual la verdad no sabía yo cuál era, ella me empezó a contar la razón por la cual me hizo esa pregunta. Parece que recién venía de renovar su licencia de conducir en la oficina de tránsito. Cuando la oficial que tomaba los datos, le preguntó cuál era su ocupación, ella no supo qué responder. Al percatarse de esto, la oficial que tomaba los datos le dijo: - "A lo que me refiero, explicó la oficial, es a si usted trabaja o es simplemente una ...?" - "Claro que tengo un trabajo, le contestó, soy una mamá". La oficial respondió: - "No ponemos mamá como opción, vamos a ponerle ama de casa." Fue la respuesta enfática de la oficial. Yo había olvidado por completo la historia, hasta que un día me pasó exactamente lo mismo. La funcionaria era obviamente una mujer de carrera, eficiente, de mucha postura, y tenía un título muy despampanante que decía "Interrogadora Oficial". - "¿Cuál es su ocupación?" me preguntó ella. -
Le respondí: "Soy una Investigadora Asociada en el campo del Desarrollo Infantil y Relaciones Humanas." ¿Qué me hizo contestarle esto? No lo sé. Las palabras simplemente salieron de mi boca." La funcionaria se detuvo, el bolígrafo quedó congelado en el aire, y me miró como si no hubiese escuchado bien. Repetí el título lentamente, haciendo énfasis en las palabras más importantes. Luego, observé asombrada cómo mi pomposo anuncio era escrito en tinta negra en el cuestionario oficial. - "Me permite preguntarle, dijo la funcionaria, con un aire de interés, ¿qué es exactamente lo que hace usted en este campo de investigación?" Con voz calmada y pausada, contesté: - "Tengo un programa continuo de investigación (qué madre no lo tiene) en el laboratorio y en el campo (normalmente me hubiera referido a lo anterior como adentro y afuera). Estoy trabajando para mi maestría (la familia completa) y ya tengo cuatro créditos (todas mis hijas). Por supuesto que el trabajo es uno de los que mayor demanda tiene en el campo de humanidades (¿alguna madre está en desacuerdo?) y usualmente trabajo 14 horas diarias (en realidad como 24). Pero el trabajo tiene muchos más retos que cualquier trabajo sencillo, y la remuneración es más que solamente económica, también están ligadas al área de la satisfacción personal". Se podía sentir una creciente nota de respeto en la voz de la funcionaria, mientras completaba el formulario. Una vez terminado el proceso, se levantó de la silla y personalmente me acompañó a la puerta. Al llegar a casa, emocionada por mi nueva carrera profesional, salieron a recibirme tres de mis asociadas del laboratorio, de 13, 7, y 3 años de edad. Arriba yo podía escuchar a nuestro nuevo modelo experimental en el programa de desarrollo infantil (de 6 meses de edad), probando un nuevo programa de patrón en vocalización. ¡Me sentí triunfante! ¡Le había ganado a la burocracia! Había entrado en los registros oficiales como una persona más distinguida e indispensable para la humanidad que sólo: "una madre más"
La maternidad... carrera más gloriosa. Especialmente cuando no se tiene un título en la puerta.

Seguramente ya lo hemos compartido con anterioridad… He querido hacerlo nuevamente para que reflexionemos acerca de la degradación a la que hemos llevado a la Familia aunque sigamos repitiendo como los loros que “la familia es la célula más importante de la sociedad”, y al mismo tiempo no le demos importancia como tal, porque nos conformamos con quejarnos y culpar a los gobiernos… ¿Qué estamos haciendo tú y yo, desde “nuestras trincheras” para defender a la Familia como Institución formadora de nuestros Ciudadanos de hoy y de mañana?... Porque es indudable que la desintegración familiar está en una constante de crecimiento que no parece tener fin… Se los dejo de tarea…

“Honra a tu padre y a tu madre –que es el primer mandamiento con promesa- para que te vaya bien y disfrutes de larga vida en la tierra” (Efesios 6:2-3 NVI)
Gracias Padre por este nuevo día, gracias por la luz de tu Palabra, gracias por la hermosa familia que has formado a mi alrededor, gracias por mantenernos unidos a pesar de mí, porque es una manifestación más de tu amor incondicional por este pecador… Te pido Señor me ayudes a cumplir con mi responsabilidad cristiana y ciudadana de luchar por la integración familiar, dame Padre la sabiduría para encontrar los caminos que hagan posible el devolver a la Familia, a nuestras Madres, su papel de forjadoras de los hombres y mujeres que enarbolen tu fé y la salud de una mejor sociedad, te lo pido en el nombre glorioso de Jesucristo, mi Señor y Salvador, amén!...

Tijuana, B. C., julio 30 del 2011

“MUESTRA TUS COLORES”

A mis amigo(a)s cibernautas:
Lectura: Romanos 1:8-16.
"Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree" Romanos 1:16
Estaba entusiasmado por ir a ver el encuentro de béisbol entre los Tigers de Detroit y los White Sox de Chicago. Esa mañana, antes de ir al estadio del equipo contrincante, me puse con todo orgullo mi camiseta de los Tigers. No obstante, tuve que ponerme un abrigo encima de la camiseta de mi equipo porque hacía frío. Eso hizo que me sintiera frustrado porque ninguna persona que estuviera presente en el estadio U.S. Celular Field podría ver a qué equipo había ido a alentar. Nadie se enteraría de que era fanático de los Tigers. Después de que el encuentro se pospusiera durante tres horas a causa de la lluvia, finalmente comenzó y pude demostrar a toda voz mi lealtad alentando a mi equipo. El apóstol Pablo exhibió abiertamente una devoción aun mucho más específica: la lealtad a Jesucristo. A los creyentes de Roma, les escribió: «Porque no me avergüenzo del evangelio» (Romanos 1:16). Él sabía que el evangelio «es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree», porque Jesús había cambiado su vida y su destino de manera radical. Mediante su predicación y su testimonio clamaba a Jesús, Aquel a quien le había entregado toda su vida (Hechos 9).
Reflexión: Los creyentes de Roma también eran famosos por su lealtad a Cristo. Pablo se refirió a ellos, diciendo: «Vuestra fe se divulga por todo el mundo» (Romanos 1:8). ¿Demuestras abiertamente tu lealtad a Jesús?
Reflexión: Nuestra lealtad a Jesús debe verse y oírse a través de nuestra vida.
(“Nuestro Pan Diario”)

Es de Ralph Waldo Emerson la siguiente frase: “emplea el lenguaje que quieras y nunca podrás expresar sino lo que eres”… ¿No te parece una falsedad cuando se habla –y se invierte- de hacer programas para el mejoramiento de la imagen?... ¿No debería ser para el mejoramiento del ser?... Jesús no se equivocó cuando le dijo a Nicodemo: “De veras te aseguro que quien no nazca de nuevo no puede ver el reino de Dios” (Juan 6:3:3 NVI); por lo que se nos dice en este pasaje bíblico, Nicodemo era un dirigente de los judíos que, es de suponer, era cuidadoso de su imagen como persona preparada, sin embargo Jesús lo ubicó en su ignorancia: “Tú eres maestro de Israel, ¿y no entiendes estas cosas?” (Juan 3:10 NVI)… Si así estaba el maestro, podemos imaginar a los alumnos siguiendo la enseñanza de “aprender” y quizá hasta de presumir del conocimiento aunque no se supiera a ciencia cierta de lo que se trataba… En uno de sus libros Jorge Bucay hace referencia a una pequeña parte de un poema irlandés que trataré de transcribir: “inútil ir a Roma a buscar al rey, si no lo llevas contigo, no lo encontrarás en ninguna parte”… No nos compliquemos la vida, el mensaje de Jesús es muy claro por su sencillez: amar a Dios y amar al prójimo, qué caso tiene repetir los versículos que ya sabemos de memoria, cuando lo que se necesita es que los pongamos en práctica, que sean parte de nuestro SER y con ello estaremos “mostrando nuestros colores” como hijos de Dios, aunque no sepamos hablar, sin afanes protagónicos, conscientes de que sólo Él es digno de recibir todo honor y toda gloria: tengamos la humildad de menguar para que sea Él quien crezca, Aleluya!...

“No les hablé ni les prediqué con palabras sabias y elocuentes sino con demostración del poder del Espíritu, para que la fe de ustedes no dependiera de la sabiduría humana sino del poder de Dios” (1 Corintios 2:4-5 NVI).
Gracias Padre por este nuevo día, gracias por la luz de tu Palabra, gracias porque me haces parte de tu mensaje, de tu mensaje de amor, de fe, de esperanza… de tu mensaje de tu Palabra siempre viva y eficaz… de tu mensaje de tus buenas nuevas al mundo, sobre tu amor, sobre tu perdón, sobre tu salvación… Padre, no permitas que me envanezca, no me permitas que ni tan siquiera piense buscar mi lucimiento personal, porque tú eres el Señor de mi vida, tú eres el dueño de mi vida, desde el aire que respiro, te lo pido en el nombre glorioso de Jesucristo, mi Señor y Salvador, amén!...

Tijuana, B. C., julio 29 del 2011

“LECCIONES DE OBEDIENCIA”

A mis amigo(a)s cibernautas:
26 Julio 2011
Lectura: 1 Juan 2:1-11.
"Este es el amor de Dios, que guardemos sus mandamientos" 1 Juan 5:3

Cuando el pequeño Kofi regresó a casa después de la escuela dominical, su mamá le preguntó qué había aprendido esa mañana. Su rápida respuesta expresó un cúmulo de cosas: «Sobre la obediencia… ¡otra vez!».
Aunque tengo muchos años más que Kofi, coincido en que la obediencia a Dios es una lección que debemos aprender una y otra vez, aunque a veces seamos reacios a hacerlo. Oswald Chambers escribió: «El Señor no me pone reglas, pero deja bien en claro sus normas. Si mi relación con Él se basa en el amor, haré lo que dice. […] Si vacilo, es porque amo a alguien que coloqué en su lugar y que compite con Él; es decir, yo».
Cuando somos obedientes, le demostramos a Dios que lo amamos y que confiamos más en Él que en nosotros mismos. Arthur W. Pink dijo que el amor es «un principio activo, y que se expresa […] mediante acciones que agradan al sujeto amado». Obedecer a Dios significa renunciar a lo que nosotros queremos y decidir hacer lo que Él pide. Dios exige obediencia de parte de sus seguidores, y Jesús le otorgó suma importancia a este tema.
En una ocasión, preguntó: «¿Por qué me llamáis, Señor, Señor, y no hacéis lo que yo digo?» (Lucas 6:46). Y también presentó este desafío: «Si me amáis, guardad mis mandamientos» (Juan 14:15).
Reflexión: La obediencia a Dios es una expresión de nuestro amor a Él.
(“Nuestro Pan Diario”)
Así que mi Dios les proveerá de todo lo que necesiten, conforme a las gloriosas riquezas que tiene en Cristo Jesús” (Filipenses 4:19 NVI)… A medida que ha venido creciendo mi comunión con Dios nuestro Señor, ha venido creciendo mi conocimiento de Èl y mi fe; al mismo tiempo y medida he dejado de creer en las casualidades porque he aprendido a identificar la voz de mi Señor y Salvador en todo lo que me sucede o deja de suceder… Hoy lo menciono porque creo que Èl me envió la reflexión arriba transcrita –siempre está al pendiente de lo que necesito, Aleluya!- que me parece complementa lo que ayer compartimos y le doy gracias a Dios por ello!... Porque me parece que nos da una muy clara explicación del por qué de nuestra obediencia a lo que Dios nos dice, respetando su Palabra y sus Mandamientos, aunque al mismo tiempo tengamos muy en claro que es por la Fe y no por la Ley por lo que obtenemos su Gracia… “si la justicia se obtuviera mediante la ley, Cristo hubiera muerto en vano” (Gálatas 2:21 NVI)… Es pues una obediencia fincada en nuestro amor y no como un acto legalista: privilegiar el cumplimiento de la ley por encima de nuestra fe generalmente nos lleva a poses producto de actitudes basadas en el conocimiento y no en el amor… “el conocimiento envanece, mientras que el amor edifica. El que cree que sabe algo, todavía no sabe como debiera saber. Pero el que ama a Dios es conocido por él” (1 Corintios 8:1-3 NVI).

“No tengan deudas pendientes con nadie, a no ser la de amarse unos a otros. De hecho, quien ama al prójimo ha cumplido la ley… El amor no perjudica al prójimo. Así que el amor es el cumplimiento de la ley”
 (Romanos 13:8,10 NVI)
Gracias Padre por este nuevo día, gracias por la luz de tu Palabra, gracias porque SIEMPRE me has tratado con amor, un amor incondicional que ha estado –y está- presente hasta en los más mínimos detalles de mi vida y de la vida de los míos… Te pido Señor que el amor, fruto de tu Espíritu Santo sea la divisa de mi vida, pon en mi corazón, Padre, una permanente disposición para darme ante quien lo necesite, que en esta última etapa de vida que tú me concedes, no escatime esfuerzo alguno para dar por gracia lo que por gracia he recibido y recibo, te lo pido en el nombre glorioso de Jesucristo, mi Señor y Salvador, amén!.

Tijuana, B. C., julio 27 del 2011

PD.- Se adjunta: “hoy seré obediente hasta la muerte”, otra “casualidad” que nos regala el Señor para que reflexionemos en su contenido… ¡que sea para su honor y gloria!, amén…

El significado de la cruz

A mis amigo(a)s cibernautas:
El plan redentor de Dios está en toda Biblia, desde Génesis hasta Apocalipsis. Y su esencia es el Calvario, el lugar donde Cristo murió para que pudiéramos ser perdonados. Cuando leemos la Biblia, vemos que la cruz es símbolo de:
Salvación. Jesús llevó nuestros pecados en la cruz y murió en nuestro lugar para que pudiéramos ser reconciliados con Dios y recibir la vida eterna.
Sacrificio. Cristo, "siendo en forma de Dios" (Filipenses 2.6), eligió abandonar la perfección del cielo para vivir entre gente pecadora. Dejó de lado su autoridad divina, y nació como un bebé indefenso. Sus primeros treinta años los pasó en la oscuridad, sin el reconocimiento de su dignidad de Mesías. Durante su ministerio público, llevó a cabo fielmente el plan de Dios hasta su muerte en la cruz. El tiempo que Jesús pasó en la tierra es un ejemplo para nosotros de la vida sacrificial (Romanos 12.1, 2).
Servicio. Jesús dijo que "no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos" (Marcos 10.45). Su supremo acto de servicio fue morir en la cruz para que nosotros pudiéramos tener la vida eterna. Nuestro Salvador nos llama a negarnos a nosotros mismos y a obedecerlo por medio del servicio sacrificial a los demás (Lucas 9.23). Cuando aceptamos un estilo de vida de humildad y servicio, glorificamos a nuestro Padre celestial.
En nuestra cultura, el éxito depende de los logros. Admiramos a quienes triunfan en los deportes, los negocios y las artes. Pero la grandeza en el reino de Dios es una vida de obediencia. ¿Está usted obedeciendo a Dios y ayudando a los demás, como lo hizo Jesús? ¿Esta compartiendo el mensaje de Cristo?

Frecuentemente aquí mencionamos la falta de fe de la Iglesia de Cristo, porque aunque èsto parezca un absurdo, entre los que integramos el llamado mundo de los creyentes, quienes son verdaderos seguidores de Cristo sòlo llegan a un bajo porcentaje del total asì medido… No creo que sea por falta de entendimiento a las verdades que se nos narran en la reflexión que hoy nos da nuestro Señor acerca del significado de la cruz; el problema no es de la mente, es de nuestro corazón que no està dispuesto a entregarse incondicionalmente, lo que puede tener varias causas, quizá todas ellas relacionadas con nuestro temor a dejar de ser lo que somos –lucha del ego- para nacer de nuevo y ser guiados por nuestro Padre Celestial, se trata de un temor a lo desconocido que siempre se da en mentes inflexibles o cerradas al decidirlo sin los elementos de juicio para ello… Porque el camino es conocer a quien nos està llamando y en lugar de acercarnos a su Palabra para empezar a recibir su Luz, le sacamos la vuelta, no del todo, sino a una personal conveniencia, manifestando nuestra fe para algunas cosas y no para otras… Pretextos sobran: dice el Dr. Dobson en alguno de sus libros “no te preocupes por lo que no entiendas de la Biblia, ocúpate por lo que si vayas entendiendo, asì el Señor te va a guiar”; porque cuando tenemos un verdadero interés en conocer a alguien, siempre lo podemos lograr aunque nos hable en otro idioma, para el amor no hay barreras que valgan… ¡Conòcelo!, comprobaràs que es un Dios bueno, un Dios de amor, un Dios de bondad, un Dios de misericordia, un Dios fiel, que sòlo quiere lo mejor –en lo material, en lo intelectual, en lo emocional, en lo espiritual- para sus hijos… ¿No te bastan las pruebas que te da con el aire que respiras?...  Te està llamando a una comunión completa, te lo digo por experiencia: lamentaràs el tiempo perdido en “medias tintas” jugándole al cristiano –con minúsculas-, sin tener lo que para mì es lo màs valioso, hermoso y maravilloso que Dios nos da: SU PAZ… “mi justo vivirà por la fe. Y si se vuelve atrás, no será de mi agrado” (Hebreos 10:38 NVI).

“lo que pido de ustedes es amor y no sacrificios, conocimiento de Dios y no holocaustos” (Oseas 6:6 NVI)
Gracias Padre por este nuevo dìa, gracias por la luz de tu Palabra, gracias por tantas muestras que de tu amor, de tu bondad, de tu misericordia, de tu fidelidad, me das dìa con dìa, gracias por no desecharme…Te pido Señor que me concedas mi anhelo de vivir y morir en una completa y santa comunión contigo, dame Padre la capacidad para hacer saber a los demás lo que me has dado y me das, las maravillas que has hecho en mi vida, te lo pido en el nombre glorioso de Jesucristo, mi Señor y Salvador, amèn!.

Tijuana, B. C., julio 26 del 2011

PD.- Se adjunta: “no se estrecharàn mis pasos”, videoconferencia con un hermoso mensaje de fe… Te sugiero lo disfrutes meditando y haciendo tuyo el siguiente versículo: “en realidad, sin fe es imposible agradar a Dios, ya que cualquiera que se acerca a Dios tiene que creer que èl existe y que recompensa a quienes lo buscan” (Hebreos 11:6 NVI)… salud, que sea para su honor y gloria, amèn!...

Monday, July 25, 2011

“Para perdonarte… tú”

A mis amigo(a)s cibernautas:
Culpa, resentimiento, miedo, angustia, soledad. No entiendo por qué lo que tanto deseo se me va de las manos, mucho menos comprendo por qué aquello de lo que quiero escapar me atrapa con cadenas y candados. No entiendo por qué una y otra vez en mi vida se repite lo mismo. Por qué tengo que sufrir y vivir repetidamente lo que ya no quiero vivir. Mis sueños se convierten en pesadillas, todas las miradas me acusan y cualquier comentario parece que viene en contra mía. Qué curioso, el del error fui yo; la acción inadecuada la cometí yo, pero me enojo con todos; tengo el dedo extendido para condenar y criticar, como si aquello que acuso en los demás me acusara constantemente a mí. Quiero vivir libre, dormir tranquilo, sereno. ¡Quiero estar en paz!. Es tiempo de perdonar, es tiempo de perdonarme ya. Si escucharas la voz silenciosa de tu corazón, ella te dirá: “¿Hasta cuándo vas a seguir apapachando el daño, simulando, evadiendo o cuánto tiempo más vas a quedar instalado en el impacto del error, flagelando el alma, destruyendo tus sueños, bloqueando el proyecto de Dios?”. “Es tiempo de perdonarte de corazón, porque mira, no perdonarte es soberbia; el único requisito que tienes para este perdón es haber enfrentado la magnitud del error. No dejes que se te vaya algo de lado; no culpes al posible agresor. Aun siendo un niño inocente, como niño puedes perdonar. Pero si eres adulto, enfrenta la responsabilidad de tus actos, detecta tus carencias emocionales y ponte a trabajar contigo pero, por favor, perdona, perdónate ya; culpable no le sirves a la vida ni a Dios ni a ti”. La culpa atrae castigo, sufrimiento, y todo lo que quieres se te va de las manos; los resultados son a medias y luego piensas que Dios te castigó. El castigo llega solito, por inercia, para el que se siente culpable, para quien no ha tenido la humildad de perdonar y de perdonarse a sí mismo. Perdónate ya, recuerda que ese Ser Supremo, creador de vida, lo ha hecho ya con infinito amor. No hay reclamos, no hay reproches; deja de estar viendo en los demás la mirada que acusa, la palabra que condena y que sólo vive en tu corazón. Aprende a ser libre, perdónate tú y prepárate para iniciar un proyecto de vida nuevo, libre y consciente, tomado de la mano del Creador.
Con esta sensación, da gracias en silencio por este perdón que te envuelve y libera y te pone cara a cara con el Señor. (tomado del libro “las más bellas reflexiones de la doctora Levinstein; editorial Panorama”

No son los sanos los que necesitan médico sino los enfermos. Y yo no he venido a llamar a justos sino a pecadores” (Marcos 2:17 NVI)… Es muy generalizada la idea errónea de que hay que merecer el amor de Dios para poder acercarnos a Él y es todo lo contrario, porque no hay quien lo merezca… “En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó y envió a su Hijo para que fuera ofrecido como sacrificio por el perdón de nuestros pecados” (1 Juan 4:10 NVI)… Este es el fundamento de nuestra fe, por eso es que el Cristianismo –con mayúsculas- muy lejos de ser una religión, es el tener una relación personal con un Jesucristo vivo que nos da el camino para nacer de nuevo… “si alguno está en Cristo, es una nueva creación. ¡Lo viejo ha pasado, ha llegado ya lo nuevo! (2 Corintios 5:17 NVI)… Tiene sentido seguir sufriendo cuando en Él lo tenemos todo?... Por eso decimos que “un cristiano atribulado, preocupado, tenso, es una contradicción”, se los dejo de tarea…

“Mientras guardé silencio, mis huesos se fueron consumiendo por mi gemir de todo el día… Pero te confesé mi pecado, y no te oculté mi maldad… Y tú perdonaste mi maldad y mi pecado… El Señor dice: Yo te instruiré, yo te mostraré el camino que debes seguir; yo te daré consejos y velaré por ti” (Salmo 32 NVI).
Gracias Padre por este nuevo día, gracias por la luz de tu Palabra, gracias por quitarme lo bruto y poner en mí el aceptarte y reconocerte –más allá de la expresión emocional- como mi Señor y Salvador, Padre, no puedo hacer nada por el mucho tiempo pasado, te pido me mantengas en mi propósito de vivir y morir en una completa y santa comunión contigo, dame Señor la oportunidad de compartir por gracia lo que por gracia me has dado, te lo pido en el nombre glorioso de Jesucristo, mi Señor y Salvador, amén!.

Tijuana, B. C., julio 24 del 2011

“Hoy… no quiero ser un oidor olvidadizo”

A mis amigo(a)s cibernautas:
Julio 24, 2011 
Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañàndoos a vosotros mismos… Más el que mira atentamente… no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que hace” Santiago 1:22,25 Hoy no quiero engañarme con solo deleitarme en escuchar la palabra de Dios, siendo solo un oidor. El mundo se encuentra lleno de oidores. Quiero ser un cristiano práctico. Si un sirviente escuchara un mandato y no lo hiciera, el castigo caería sobre él con rapidez. Yo no puedo engañarme creyendo que puedo solo oír lo que Dios me dice y no hacerlo. Las consecuencias pronto las sentiría en mi vida. Muchas personas confunden el placer que obtienen al escuchar la palabra de Dios con el cristianismo y la adoración a Dios. La mente se deleita ante la verdad presentada con claridad, la imaginación se regocija mediante las ilustraciones y los sentimientos se despiertan por sus aplicaciones. Los conocimientos le proporcionan placer a una mente activa. Pero nada tiene más valor que la puesta en práctica de la verdad recibida en el corazón. Hoy no quiero escuchar o leer la escritura como deber, cuya realización se cree que es un servicio religioso. Un deber cumplido fielmente alivia la conciencia y proporciona satisfacción. Difícilmente me doy cuenta del poco valor que tiene esto, a menos que desee de todo corazón hacer al pie de la letra lo que Dios dice que haga. Es en la habitación interior, en la vigilia matutina, donde se debe combatir y superar el engaño de solo ser un oidor. Jesús dijo: “El que quiera hacer la voluntad de Dios, conocerá si la doctrina es de Dios”. Solo el corazón que se deleita en la ley de Dios y ha tomado la decisión firme de guardarla en todo, recibirá la iluminación divina que revela espiritualmente las doctrinas de Cristo en su origen y poder divinos. En la vida, las ciencias y las artes o los negocios, el único modo de saber verdaderamente es hacer. Si un hombre no puede hacer algo, no lo conocerá a fondo. El único modo de conocer a Dios y probar sus bendiciones es haciendo su voluntad. Esto demuestra si creo en un Dios creado por mis propios sentimientos y mi imaginación o si se trata del Dios vivo y verdadero que rige todas las cosas y obra en todo. Sólo el hacer su voluntad demuestra que la amo, la acepto y me uno a ella. No hay ningún modo posible bajo el cielo de estar unido a Dios más que el aunarse a su voluntad al hacerlo todo. “Señor. Ya no quiero ser solo un oidor. Hoy he meditado seriamente sobre esto y he llegado a la conclusión que la palabra necesita ser práctica para demostrar todo su potencial. No quiero ser un experto mental y un erudito profundo si no he permitido que tu palabra tome vida en mi. Amén.
Dr. Serafín Contreras Galeano. www.serafincontreras.com

Les invito a meditar muy seriamente en la reflexión que hoy nos da el Señor porque considero que toca un asunto medular: los riesgos de confundir lo que debe ser una relación personal con nuestro Señor y Salvador, producto de una comunión completa con Èl y la religiosidad que, como lo hemos repetido –y lo seguiremos repitiendo- en innumerables ocasiones en este espacio, creo es el enemigo màs grande que tiene la Iglesia de Cristo… Es lo que le impide ser una Iglesia actuante, es lo que la ha desprestigiado ante un mundo carente de amor que demanda la satisfacción de sus necesidades espirituales y se le ofrecen “soluciones” materiales que tienen que ver con las apariencias y no con el nacer a una nueva vida en Cristo Jesùs… “No todo el que me dice: ´Señor, Señor`, entrarà en el reino de los cielos, sino sòlo el que hace la voluntad de mi Padre que està en el cielo. Muchos me diràn en aquel dìa: ´Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre expulsamos demonios e hicimos muchos milagros? Entonces les dirè claramente: ´Jamàs los conocì. ¡Alèjense de mì, hacedores de maldad” (Mateo 7:21-23 NVI)…  No creo que se trate de que se nos haya olvidado cuàl es el mandamiento a cumplir, sin embargo lo recordamos para todos nosotros: “Maestro, ¿cuàl es el mandamiento màs importante de la ley? –Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente –le respondió Jesùs-. Este es el primero y el màs importante de los mandamientos. El segundo se parece a èste: ´Ama tu prójimo como a tì mismo´De estos dos mandamientos dependen toda la ley y los profetas” (Mateo 22:36-40 NVI)… Me parece muy claro el que sea el cumplimiento de lo que Dios quiere de nosotros a lo que debemos dedicarnos como Iglesia de Cristo, sin anteponer a la voluntad del Señor el cumplimiento de una serie de reglas y procesos: este mundo carente de amor necesita recibir muestras de AMOR, necesita ser enseñado a AMAR… “El Señor dice: “Este pueblo me alaba con la boca y me honra con los labios, pero su corazón està lejos de mì. Su adoraciòn no es màs que un mandato enseñado por hombres” (Isaìas 29:13 NVI)… No nos confundamos: ¿trabajamos para el Reino de Dios o para nuestros protagonismos?... se los dejo de tarea…

“Si tengo el don de profecía y entiendo todos los misterios y poseo todo conocimiento, y si tengo una fe que logra trasladar montañas, pero me falta el amor, no soy nada” (1 Corintios 13:2 NVI).
Gracias Padre por este nuevo dìa, gracias por la luz de tu Palabra, gracias por tu amor tan grande e incondicional para este pobre pecador que no merece ni el aire que respira… Te pido Señor que hagas de mì un dador alegre, que el amor, fruto de tu Espìritu Santo en mi corazón, sea en todo momento la divisa de mi vida, Padre ayuda a tu Iglesia a encontrar el camino del amor, quita de mì todo afán de protagonismo, hazme consciente de que sòlo tù mereces todo honor y toda gloria, porque tù eres nuestro Creador, nuestro Señor y Salvador, el dueño de nuestra vida, desde el aire que respiramos, te lo pido en el nombre glorioso de Jesucristo, mi Señor y Salvador, amèn!.

Tijuana, B. C., julio 25 del 2011

Friday, July 22, 2011

“El maestro constructor”

A mis amigo(a)s cibernautas:
Viernes, 22 de Julio de 2011
Es duro ver cómo envejecen las cosas. El pueblo en que me crié está envejeciendo. Algunos de los edificios están remendados con madera. Algunas de las casas están cayéndose. El viejo cine donde tenía mis citas románticas tiene un letrero en la marquesina que dice: «Se vende».
Quisiera poder renovarlo todo otra vez. Quisiera poder limpiar el polvo de sus calles… pero no puedo.
No puedo. Pero Dios puede. Puede quitar el polvo del alma cansada. «Él confortará mi alma», escribió el pastor. Al hacerlo, no la reformará: la restaurará. El Maestro Constructor sacará el plano original y la restaurará. Restaurará el vigor. Restaurará la energía. Restaurará la esperanza.
Confortará mi alma; me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre.” Salmos 23:3
Tomado del Libro “Gracia para todo momento” Autor: Max Lucado
 Editor Agenda de Dios: Olman Rímola

Alguna vez, en medio de una hermosa convivencia familiar, mi querido y muy admirado Pastor Fermín García Jaime, ante algo que su Padre le señalaba, bromeando le dijo a Don Fermín García: “ay, papá, qué triste es llegar a viejo” y Don Fermín, dueño a su edad de una gran agilidad mental producto del Espíritu Santo en su corazón, de inmediato le contestó: “mijo, es más triste no llegar” y los tres nos reímos… Aquí nos hemos ocupado –y lo haremos siempre que Dios nos lo permita- de los muy graves riesgos de “vivir” sin un propósito que de sentido a nuestras vidas, lo que, entre otras muchas manifestaciones negativas, nos lleva a aferrarnos a lo material, produciéndose un temor –debería decir terror?- al envejecimiento, lo que, paradójicamente, produce lo que comúnmente se llama “jóvenes viejos” o sea quienes sin tener muchos años, carecen de visión por estar enclaustrados en los límites de lo temporal, ya nos los decía Pablo: “no nos desanimamos. Al contrario, aunque por fuera nos vamos desgastando, por dentro nos vamos renovando día tras día… Así que no nos fijamos en lo visible sino en lo invisible, ya que lo que se ve es pasajero, mientras que lo que no se ve es eterno” (2 Corintios 4:16,18, NVI)… Viktor E. Frankl en su libro “El hombre en busca del sentido último”, el análisis existencial y la conciencia espiritual del ser humano, cita la siguiente frase de Ludwing Wittgenstein (1960): “creer en Dios es comprobar que la vida tiene un sentido”…

“Porque la voluntad de mi Padre es que todo el que reconozca al Hijo y crea en él, tenga vida eterna, y yo lo resucitaré en el día final” (Juan 6:40 NVI).
Gracias Padre por este nuevo día, gracias por la luz de tu Palabra, gracias porque me has hecho una oveja de tu rebaño y no me has desechado a pesar de mi comportamiento… Te pido Señor que me ayudes a vivir y morir en comunión contigo, Padre, termina tu obra, yo soy el barro, tú eres el alfarero, te lo pido en el nombre glorioso de Jesucristo, mi Señor y Salvador, amén!...

Tijuana, B. C., julio 22 del 2011


Thursday, July 21, 2011

Esa molesta sensación de insatisfacción

A mis amigo(a)s cibernautas:

¿Alguna vez fue usted a su cocina tratando de encontrar algo que satisficiera su vaga sensación de vacío o descontento? No estaba buscando algo específico, pero sabía que quería satisfacer un anhelo. Lo que eligió probablemente no surtió efecto, porque el vacío no estaba en su estómago sino en su alma.
Ya sea que se trate de comida, profesión, posesiones o relaciones, nuestra alma está tratando siempre de encontrar satisfacción. Pero nada en este mundo, llenará ese vacío. Puesto que fuimos creados para relacionarnos con Dios, el Señor puso en lo profundo de nosotros un anhelo por él. Aunque no la reconozcamos como tal, todos conocemos la sensación de insatisfacción que a veces penetra nuestras almas. Siempre que tratamos de encontrar satisfacción con sustitutos mundanos, lo que viene después es la frustración y el desencanto.
Hay dos menús posibles de los que podemos elegir para llenar nuestras almas vacías. El menú de satanás es amplio y lleno de cosas tentadoras que parecen prometer placer y satisfacción. Entre éstas pueden estar las relaciones interpersonales, la notoriedad, la aceptación, las riquezas o el reconocimiento. A diferencia, el menú de Dios es muy pequeño. De hecho, sólo tiene un "plato": Jesús. Él es el único que puede llenar el vacío.
¿Tras qué cosas anda usted en la vida? ¿Ha encontrado la satisfacción que busca, o hay siempre una vaga sensación de descontento en su alma? Si le da a Jesús un lugar más grande en su vida, y pasa tiempo relajado y concentrado en él, el Señor le satisfará como nada más puede hacerlo.

Esa molesta sensación de insatisfacción con que el autor titula nuestra reflexión de hoy, es lo que los que dicen que dicen que saben llaman “vacíos existenciales”, producto de la confusión por la falta –quizá pérdida- de su identidad, casi siempre por dejarse llevar por el medio en el que “viven”: quizá la expresión no nos guste pero es haberse convertido en marionetas en manos de ese monstruo que es lo que nos rodea… Al no tener claro lo que se es y lo que se quiere llegar a ser, es decir, un propósito que de sentido a su vida, se depende de lo que los demás digan y hagan y el imitarlos se convierte en las satisfacciones momentáneas que a la postre significan problemas mayores que los que se suponía haber resuelto… es “la cruda moral” que se suma a los estragos físicos, es decir, es perder perder… No se necesita ser muy conocedor para comprobarlo con la triste realidad que nos rodea: adictos de todo tipo, nivel socioeconómico y educativo, sexo, edad… esclavos de su cuerpo o de su mente… con algo en común: faltos de espiritualidad, entendida esta no como algo religioso sino como la conciencia del SER… Porque si no me valoro, mis oportunidades de VIVIR –con mayúsculas- en el mundo tan falto de amor como el que hemos construido, se reducen hasta niveles de mera supervivencia… “Yo soy la vid y ustedes son las ramas. El que permanece en mì, como yo en èl, darà mucho fruto; separados de mì no pueden ustedes hacer nada… Si permanecen en mì y mis palabras permanecen en ustedes, lo que quieran pedir se les concederà” (Juan 15:5,7 NVI).

“el que beba del agua que yo le darè, no volverá a tener sed jamàs, sino que dentro de èl esa agua se convertirá en un manantial del que brotarà vida eterna” (Juan 4:14 NVI)
Gracias Padre por este nuevo dìa, gracias por la luz de tu Palabra, gracias porque me has revelado tu amor al darme el privilegio de ser un hijo tuyo, gracias porque aunque no lo merezco, me ofreces un camino eterno… Te pido Señor me mantengas en mi propósito, en mi anhelo, de vivir y morir en una completa y santa comunión contigo, tù en mì, yo en tì, para que seamos uno, como tù eres uno para con el Padre, te lo pido en el nombre glorioso de Jesucristo, mi Señor y Salvador, amèn!...

Tijuana, B. C., julio 20 del 2011

“¡NO JUZGUES!”

A mis amigo(a)s cibernautas:
“¡NO JUZGUES!”
15 Julio 2011
Lectura: 1 Corintios 4:1-5.
"No juzguéis, para que no seáis juzgados" Mateo 7:1
Cuando Jesús ordenó: «No juzguéis», no estaba diciendo que fuéramos ingenuos o imprudentes. Sin duda, debemos tener una mentalidad crítica y analítica en este mundo donde solemos enfrentarnos con injusticias y perversidades. Lo que quería decir era que no actuáramos de manera condenatoria ni acusadora. Pablo lo señaló elocuentemente al decir: «No juzguéis nada antes de tiempo, hasta que venga el Señor, el cual también aclarará lo oculto de las tinieblas, y manifestará las intenciones de los corazones» (1 Corintios 4:5). Al escribir sobre aquellos cuyas acciones son dudosas, el poeta Robert Burns expresó una idea similar: «Un tema debe seguir siendo profundamente oscuro: la [motivación]. Por qué lo hacen». Nadie conoce las motivaciones de otra persona. Sólo Dios puede traerlas a la luz cuando están escondidas en la oscuridad. Él es el único que puede exponer las intenciones del corazón.
Jesús conoce las fuerzas latentes que motivan a los demás: los comienzos crueles, el miedo, la decepción, el corazón quebrantado, la resistencia al pecado. Además, Él está obrando en todo corazón sumiso para hacerlo madurar espiritualmente. Por eso, en definitiva (por lo general, en contra de nuestras expectativas), elogiará a aquellos que ha conducido a la madurez. El Señor es el único que puede evaluar el corazón. Hasta que Él regrese, pidámosle que nos ayude a examinar el nuestro.
Reflexión: Sé lento para juzgar a los demás, pero rápido para juzgarte a ti mismo.

Juzgar a la ligera, sin tener todos los elementos indispensables para ello, juzgar a los demás, juzgar y hasta condenar, se ha vuelto lo que bien pudiera llamarse “el deporte nacional por excelencia”… Como que después de tantos años en los que existió la censura gubernamental para la expresión de nuestras ideas y opiniones, hoy todo mundo, aunque no sea a quien corresponda, està pronto para opinar, para juzgar y hasta para condenar, sin tomar en cuenta que en la mayoría –si no es que en todas- de las ocasiones se cae en la difamación y hasta en la calumnia de quien o quienes se ven asì afectados… “no juzguen por las apariencias, juzguen con justicia” (Juan 7:24 NVI) No deja de ser frecuente el que hablemos por hablar, un poco para presumir que sabemos del tema de que se trate aunque eso no sea verdad, sin embargo, también es frecuente el que se juzgue con la mala intención de perjudicar al juzgado(a): tanto en un caso como en el otro, se trata de actos de irresponsabilidad que tienen repercusiones negativas, tanto para quien asì es injustamente calificado o hasta condenado y también para quien va teniendo una fama –muy bien ganada- de hablador, lo que casi siempre se traduce en la pèrdida de la confianza de propios y extraños… Es muy lamentable el que los llamados medios de comunicación tengan en este tipo de habladurías que no siempre comprueban, las notas dizque periodísticas que les significa mayor auditorio… El buen uso del control remoto para cambiar de estación es la forma màs madura para contrarrestar esto que a la postre significa una degradación social…

“no hay más que un solo legislador y juez, aquel que puede salvar y destruir. Tú, en cambio ¿quién eres para juzgar a tu prójimo?” (Santiago 4:12 NVI).
Gracias Padre por este nuevo día, gracias por la luz de tu Palabra, gracias porque lejos de juzgarme me has colmado con tu amor y misericordia infinita, te pido Señor no me permitas que ni tan siquiera pretenda erigirme en juez de quienes me rodean, permite que el amor, el dominio propio y demás frutos de tu Santo Espíritu, sean la divisa de mi vida, te lo pido en el nombre glorioso de Jesucristo, mi Señor y Salvador, amén!.

Tijuana, B. C., julio 19 del 2011

“Anteojos”

A mis amigo(a)s cibernautas:
Reflexiones Cristianas
Julio 18, 2011
Una vez, un hombre se dió cuenta que no veía bien, no solo al querer leer, sino al caminar por la calle; las caras de las personas las veía borrosas, a veces, incluso se sentía mareado. Por este motivo decidió ir a un oculista. El médico le recetó un par de anteojos, que por el aumento que tenían, eran bastante pesados. Al poco tiempo de usarlos, la nariz empezó a protestar. -"¡Eh, estos anteojos son muy pesados, me molestan! ¿Y por qué tengo que aguantarlos yo, si funciono bien?" Los ojos le respondieron:- "Ten paciencia, es que no vemos bien y dependemos de tí para que sostengas los lentes".- -"No estoy de acuerdo, arréglenselas como puedan, a mí esto me molesta y no es mi culpa"- volvió a protestar la nariz. -"¡No te quejes tanto, que nosotros también lo sostenemos y no armamos semejante lío!", gritaron las orejas, cansadas de escucharla. Sin embargo, la nariz no hizo caso a las razones ni súplicas de los ojos, y disimuladamente comenzó a corcovear, se movía de abajo para arriba, de un costado al otro, hasta que se movió de tal manera que los anteojos se cayeron al piso. Claro, en ese momento el buen hombre iba caminando y al caerse los anteojos, tropezó y cayó con todo su peso hacia adelante. ...Y, ¿sabes qué se rompió? La nariz.
Lucas 6:31: "Y como queréis que hagan los hombres con vosotros, así también haced vosotros con ellos."
1 Pedro 3:8-9: "Finalmente, sed todos de un mismo sentir, compasivos, amándoos fraternalmente, misericordiosos, amigables; no devolviendo mal por mal, ni maldición por maldición, sino por el contrario, bendiciendo, sabiendo que fuisteis llamados para que heredaseis bendición.” "

La fábula que hoy se nos da, la comparto con ustedes porque me parece que tiene un mensaje de gran significado: la falta de solidaridad que SIEMPRE tiene lo que algunos llaman el efecto del bumerang, porque termina en contra nuestra… No se necesita de gran preparación para darnos cuenta que es el egoísmo –o sea la falta de solidaridad- lo que mayormente aqueja a nuestro mundo y tampoco para darnos cuenta del tipo de mundo que hemos creado: una selva con la ley del más fuerte, es decir, se nos ha revertido y “ya no sentimos lo duro, sino lo tupido”… Insisto en que la Biblia –la Palabra de Dios- es un Manual de Vida, por encima de las consideraciones con que tradicionalmente se le ha ubicado como un libro religioso y esta reflexión que hoy nos ocupa me da la oportunidad de confirmar mi dicho… ¿cuál es el mandamiento que Dios nos dá?: “toda la ley se resume en un solo mandamiento:”Ama a tu prójimo como a ti mismo” Pero si siguen mordiéndose y devorándose, tengan cuidado, no sea que acaben por destruirse unos a otros” (Gálatas 5:14-15 NVI)… Pero como es el egoísmo –estar sometidos a las satisfacciones propias y que los demás se las arreglen como puedan- lo que determina nuestras vidas, cuidamos lo propio, sin pensar que con ello ponemos en riesgo hasta el pellejo… Le seguimos dando vueltas –lamentablemente hasta los que nos hacemos llamar cristianos- mientras somos testigos de los rotundos fracasos del socialismo, comunismo, capitalismo y demás ismos inventados por el hombre, tercos en no reconocer que es el CRISTIANISMO, con mayúsculas, lo que nos significa la fórmula de convivencia para esta vida y para la vida eterna: dicen en mi pueblo que “los golpes quitan lo bruto”… ¿tiene sentido seguir golpeándonos?... se los dejo de tarea…

“a los ricos de este mundo, màndales que no sean arrogantes ni pongan su esperanza en las riquezas, que son tan inseguras, sino en Dios, que nos provee de todo en abundancia para que lo disfrutemos. Màndales que hagan el bien, que sean ricos en buenas obras, y generosos, dispuestos a compartir lo que tienen. De este modo atesoraràn para sì un seguro caudal para el futuro y obtendrán la vida verdadera” (1 Timoteo 6:17-19 NVI).
Gracias Padre por este nuevo día, gracias por la luz de tu Palabra, gracias porque siempre me has colmado con tu amor y con elamor de quienes me rodean… Te pido Señor que hagas de mí un dador alegre, que el amor, fruto de tu Espíritu Santo sea siempre el rector de mi vida, te lo pido en el nombre glorioso de Jesucristo, mi Señor y Salvador, amén!.

Tijuana, B. C., julio 18 del 2011

“CULPABLE O INOCENTE”

A mis amigo(a)s cibernautas:
Me pregunto si en realidad eres culpable o inocente, y al ver tu enojo, tu majaderìa y despotismo, te digo que si todavía tenia dudas de tu posible inocencia, tu actitud me demuestra lo contrario, porque una persona culpable busca delegar culpas en los demás para justificar y minimizar el impacto del error. “Culpable o inocente”, es la cuestión, pero veo que el perdón que pides de rodillas, con promesas de borracho que no se cumplen, me hace dudar màs que creerte, pues el perdón verdadero es transformación, es enfrentar el error cara a cara sin minimizar ni justificar y, mucho menos, sin sentirte vìctima. Llegas con la ropa pintada de colores y me dices que fue un payaso que se te cayò encima. Payaso eres tù, y taruga yo por creerte. Te sorprendo en circunstancias que hablan muy mal de tì y te molestas, te enojas conmigo; me da miedo ya pasar por tu habitación y que vayas a pensar que te estoy espiando. Todo eso me hace dudar de que realmente tengas un propósito de cambio. Te sientes furioso, enojado, porque estàs pagando un delito que según tù no cometiste. Pregùntale al corazón si algunos otros que sì cometiste tuvieron la infracción o el castigo que merecías. La vida es asì, siempre llega con una factura, a veces retrasada, a veces prematura. Y el castigo, que tanto te enoja, jamás pienses que viene de Dios; viene de tu inconciencia y tu autoengaño. Deja ya de preguntar por qué me pasa esto o aquello, por qué tantas cosas malas me pasan a mí. ¿No has escuchado reiteradamente que los pensamientos son magnéticos y que atraen lo semejante? Si tus pensamientos no están en lo Supremo, si no vives con armonía y paz en tu interior, estás atrayendo a tu vida personas y circunstancias que te generan dolor y sufrimiento.
Mira, la cuestión no es encontrar culpables ni saber si eres inocente; lo importante es que aprendas a enfrentar cada error, que te des cuenta de la magnitud de tu inconciencia para que no vuelvas a repetirlo. Nadie te condena; yo no te condeno, mucho menos Dios. Tratar de disimular los errores con aires de dignidad, promesas de borracho que no se cumplen, minimizando el impacto de lo que hiciste o dejaste de hacer, recuérdalo siempre, genera turbulencia en la mente, culpa que atrae castigo y sufrimiento, dolor y destrucción. Tú eliges lo que quieres vivir. Si estás viviendo algo que tú piensas que es injusto, piensa en otras cosas, en otros momentos cuando has cometido infracciones contra la vida, tu cuerpo, tu mente y tu espíritu, y que tal vez sea ésta la factura que llega tarde con el único propósito de que analices, enfrentes y perdones. Nadie te condena, excepto tu conciencia y tus acciones, tus errores no enfrentados, los daños causados a quien más dices amar y que, por soberbia, no has reparado aún .
¿Inocente?, ¿culpable?... responde tú.
(tomado del libro “las más bellas reflexiones de la doctora Levinstein”; Editorial Panorama)

Me pareció conveniente el compartir con ustedes esta reflexión de la doctora Levinstein, espero nos ayude a todos a ubicarnos en  el manejo de nuestras responsabilidades, empezando, por supuesto, por nuestra propia vida… “vengan, pongamos las cosas en claro –dice el Señor- ¿son sus pecados como escarlata? ¡Quedarán blancos como la nieve!
¿son rojos como la púrpura? ¡quedarán como la lana! (Isaías 1:18 NVI)

“si confesamos nuestros pecados, Dios, que es fiel y justo, nos los perdonará y nos limpiará de toda maldad”
(1 de Juan 1:9)
Gracias Padre por este nuevo día, gracias por la luz de tu Palabra, gracias por no desecharme, gracias porque tu amor es incondicional y se me manifiesta en todo momento de mi vida, gracias porque tu misericordia es infinita y se renueva de día con día… Te pido Señor que no se me olvide de dónde me has levantado y que me has recibido con todo tu amor y perdón, hazme consciente de que no merezco ni el aire que respiro y que sin ti nada valgo porque nada ni nadie soy, te lo pido en el nombre glorioso de Jesucristo, mi Señor y Salvador, amén.

Tijuana, B. C., julio 17 del 2011

“Los planes de Dios”

A mis amigo(a)s cibernautas:
 Viernes, 15 de Julio de 2011
Cuando nos sometemos a los planes de Dios, podemos confiar en nuestros deseos. La tarea que se nos encomienda se encuentra en la intersección del plan de Dios y nuestros deleites.
¿Qué te gusta hacer? ¿Qué te produce gozo? ¿Qué te brinda satisfacción? Algunos anhelan alimentar a los pobres. Otros gozan con ser líderes en la iglesia. Cada uno de nosotros ha sido hecho para servir a Dios en una forma única.
Los anhelos de tu corazón, pues, no son incidentales; son mensajes urgentes. Los deseos de tu corazón no deben ser desoídos; deben ser consultados. Así como el viento hace girar la veleta que marca las condiciones atmosféricas, Dios usa tus pasiones para hacer girar tu vida. Dios es demasiado bueno para pedirte que hagas algo que te disgusta.
Deléitate asimismo en Jehová, y él te concederá las peticiones de tu corazón”. Salmos 37:4
Tomado del Libro “Gracia para todo momento” Autor: Max Lucado
Editor Agenda de Dios: Olman Rímola

Someternos a los planes de Dios es la máxima manifestación de nuestra comunión con Él y estando en comunión con  nuestro Señor y Salvador tendremos en todo momento su Paz que, siempre lo diré, es el activo mayor y más valioso al que podemos aspirar como hijos de Dios… No estoy totalmente de acuerdo con el autor de la reflexión arriba transcrita en cuanto a que “Dios es demasiado bueno para pedirte que hagas algo que te disgusta”, porque Dios nos ama y su Palabra nos dice: “Hijo no desprecies la disciplina del Señor, ni te ofendas por sus reprensiones. Porque el Señor disciplina a los que ama, como corrige un padre a si hijo querido” (Proverbios 3:11-12 NVI)… ¡Es tan hermoso experimentar el que nos dé un cambio, un camino diferente que ni tan siquiera hayamos imaginado! Porque esa es la confianza que en Él tenemos, que siempre tiene y quiere lo mejor para quienes le aman: “sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman, los que han sido llamados de acuerdo con su propósito” (Romanos 8:28 NVI)… Como decíamos ayer: soltemos lo que tenemos en la mano, no nos aferremos, considerarse el dueño de la verdad absoluta siempre ha sido –y es- un signo de soberbia y dicen los que dicen que saben que la soberbia es sinónimo de estupidez… digo…Reconocerlo, aceptarlo y recibirlo como nuestro Señor y Salvador requiere de nuestra humildad a fin de que nuestro ego le ceda por completo el primerísimo lugar que debe ocupar en nuestras vidas, “si mi pueblo, que lleva mi nombre, se humilla y ora, y me busca y abandona su mala conducta, yo lo escucharé desde el cielo, perdonaré su pecado y restauraré su tierra” (2 Crónicas 7:14 NVI)…

“Ya se te ha dicho lo que de ti espera el Señor: Practicar la justicia, amar la misericordia, y humillarte ante tu Dios” (Miqueas 6:8 NVI)
Gracias Padre por este nuevo día, gracias por la luz de tu Palabra, gracias por quitarme lo bruto, gracias porque puedo decir como el ciego: “yo sólo sé que era ciego y ahora veo”… Te pido Señor me permitas vivir y morir en tus planes a fin de poder compartirlo con quienes lo necesiten, Padre, termina tu obra, yo soy el barro, tú eres el alfarero, te lo pido en el nombre glorioso de Jesucristo mi Señor y Salvador, amén!...

Tijuana, B. C., julio 15 del 2011



Thursday, July 14, 2011

“Hoy… no rehusaré las pausas en mi vida”

A mis amigo(a)s cibernautas:
Julio 13, 2011
Cuando Jesús recibió la noticia, se fue de allí èl solo, en una barca, a un lugar apartado” Mateo 14:13
Un día el Señor recibió la triste noticia que Juan el Bautista había sido asesinado. Para Jesús, Juan el Bautista significaba bastante en su ministerio. Su corazón fue conmovido y por ello dice la escritura que cuando él recibió la noticia, se fue solo a un lugar apartado. Son muchas las veces en que necesitamos nosotros sacar tiempo para nosotros mismos y buscar un lugar solo y apartado. Un lugar solo y apartado puede significar para nosotros una pausa en el largo concierto de nuestra existencia. En una pausa no hay música, pero la belleza de la música no se puede apreciar si no hay pausas. Vivo en un mundo de mucho agite y preocupación, las pausas las necesito también hoy. Quizá hoy no pueda irme a un lugar lejos solo, pero puedo sacar media hora o una hora para estar solo y allí meditar. Hoy recuerdo lo que escribió Ruskim: “Dios no escribe sin un propósito la música de nuestras vidas. Lo nuestro, debe ser el aprender la melodía y no desmayar en las pausas. Ellas no existen para ser pasadas ligeramente por alto, ni ser omitidas, ni para destruir la melodía ni cambiar la nota tónica. Si elevamos nuestra mirada, el mismo Dios moverá el compás para nosotros. Con la mirada puesta en él podremos pasar a la próxima nota de una manera clara y plena. Si decimos con tristeza: No hay música en una pausa, no olvide que con ella se produce. El hacer música es un proceso lento y penoso en esta vida. Con cuanta paciencia obra Dios para enseñarnos. Cuanto tiempo espera él para que aprendamos la lección. Si hoy rehuso disfrutar voluntariamente de las pausas, Dios usará otros medios para que yo tenga pausas en contra de mi voluntad, porque su voluntad es más alta que la mía. Situaciones vendrán cuando seré forzado a tener pausas y en esas pausas Dios me hablará y me enseñará la mejor nota de su canto-. Las pausas son hermosas cuando voluntariamente las buscamos. Hoy quiero hacer un alto y tener y disfrutar de una de esas pausas para mi vida. Gracias Señor por la música que rodea mi vida, A veces quiero solo escuchar los llantos y se olvida escuchar tu música. Haz escrito canción para mì y en esa canción también hay pausas. Permite Señor que pueda yo hoy disfrutar de esas pausas y si de pronto me encuentro que la canción està muy repetida, que hoy pueda buscar una oportunidad para disfrutar una de tus pausas. Un lugar apartado puede significar muchas cosas para mi. Señor, Quiero aun caminar contigo en medio de la música y en medio de las pausas. Amén.
Dr. Serafin Contreras Galeano. www.serafincontreras.com

La inmediatez, la urgencia, es un signo de nuestros tiempos, no deja de ser muy frecuente el que se llegue al extremo de tener el “rápido aunque no sirva” como paradigma de nuestras vidas: quien no corre –aunque casi nunca se sabe el para què- està “fuera de onda”, es un emisario del pasado… Por supuesto que es vital el permanecer actualizados, el “estar en onda”, el entender y saber aprovechar los avances tecnológicos y científicos, pues de otra manera se queda uno aislado, con pocas o ninguna oportunidad de participar, condenado a ser un espectador que critica con amargura aquello que se termina por no entender… La clave siempre ha estado –y està- alrededor de una palabra de muy fácil pronunciación y escritura que no siempre es tan fácil convertirla en vivencia: EQUILIBRIO… Porque cuando privilegiamos la rapidez, corremos el riesgo de dejar de pensar, incluso hasta el extremo de dejar que otros piensen por uno: es tanta y tan variada la información con que se nos “bombardea” que se requiere de pausas para desarrollar nuestras capacidades para procesarla y tener nuestras propias apreciaciones y conclusiones; que no se nos olvide que nuestro saber y tener deben tener como rector a nuestro ser, de no ser asì, podemos terminar siendo manipulados sin saber quiènes somos y a dònde vamos… “Me fijè que en esta vida la carrera no la ganan los màs veloces, ni ganan la batalla los màs valientes; que tampoco los sabios tienen què comer, ni los inteligentes abundan en dinero, ni los instruidos gozan de simpatía, sino que a todos les llegan buenos y malos tiempos” (Eclesiastès 9:11 NVI).

“no será por la fuerza ni por ningún poder, sino por mi Espìritu –dice el Señor Todopoderoso-”
 (Zacarìas 4:6 NVI)
Gracias Padre por este nuevo dìa, gracias por la luz de tu Palabra, gracias porque me libraste de la vida de presiones, carreras y preocupaciones que durante tantos años afectaron mi vida, gracias porque me has enseñado a decir con Pablo: “todo lo puedo en Cristo que me fortalece”… Te pido Señor que nada, ni nadie, interfiera en la Paz que tù me das, ensèñame a depender sòlo de tì, a reconocerte en todos mis caminos y pensamientos y a tener conciencia plena de que tù siempre estàs en control completo de lo que sucede y de lo que no sucede, te lo pido en el nombre glorioso de Jesucristo, mi Señor y Salvador, Amèn!...

Tijuana, B. C., julio 13 del 2011