Tuesday, August 23, 2011

“No estoy solo… el Padre está conmigo”

A mis amigo(a)s cibernautas:
Agosto 23, 2011
Jesús seguía hablando a sus discípulos sobre su pronta partida y su segunda venida, él sabía que su muerte era inminente y que después de resucitar y ascender al cielo, volvería por segunda vez. Pero, sus discípulos no comprendían lo que Jesús les decía y ellos por el contrario, a causa de sus palabras, se sentían aún más preocupados e intranquilos. Sin embargo, Jesús les animaba, hablándoles del Espíritu Santo que les acompañaría siempre, les ofreció su paz (completa y eterna) que es diferente a la paz que ofrece el mundo (momentánea y condicionada por las circunstancias), les llamó amigos y no siervos; les dijo que su tristeza se convertiría en gran gozo y que todo lo que pidieran al Padre en su nombre, lo recibirían y aun así el corazón de los discípulos seguía lleno de tristeza.
Luego Jesús les habló claramente y los discípulos pudieron entender y declarar que Jesús había ciertamente venido de Dios. Entonces, Jesús les dice una verdad aun más dura y era  el hecho de que ellos se irían cada uno por su lado y le dejarían solo. Pensando en estas palabras dichas por Jesús, podemos aprender una gran lección: Los discípulos estaban solo pensando en qué sería de ellos sin Jesús, sin preocuparse por un momento lo que Jesús tendría que vivir, cómo sería su muerte, de qué forma él tendría que volver al Padre. Jesús por su parte, aunque podría estar dándoles una mala noticia, sus palabras estaban llenas de esperanza, promesas,  aliento y paz. Y aun  sabiendo lo que el sufriría por su muerte en la cruz y el abandono de aquellos que él amaba y llamó sus amigos, pudo declarar:       Más no estoy solo, porque el Padre está conmigo”.
■ ¿Cuántas veces nos encontramos solos, lamentándonos de nuestros problemas y somos incapaces de ver la necesidad de otros? ■ ¿En cuántas oportunidades decimos verdades que hieren y no imitamos a Jesús al hablar?
■ ¿Será que aún en los momentos más difíciles, cuando los que amamos ya no están, cuando parece que estamos solos enfrentándonos a gigantes podemos declarar como Jesús, que Dios está con nosotros?
Dios, no determina su paz y amor para con nosotros por las circunstancias que estemos viviendo. Él es un Padre amoroso y fiel dispuesto a estar con nosotros siempre, en nuestras alegrías y tristezas, en nuestras victorias y derrotas. Aunque no estén los que amamos a nuestro lado, aunque nos equivoquemos, a pesar de nuestros errores y malas decisiones. “¡…y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo”. Amen! Mateo:28:20
Ana de Arcia, Maracay,Venezuela.

Hemos estado en el tema de crecer en nuestra fe, y como consecuencia de ello, en nuestra comunión con nuestro Padre celestial… La reflexión que nos llega hoy nos mantiene en ese tenor y nos trae un mensaje cuya profundidad merece de nuestro detenimiento para que podamos asimilar lo que es una hermosa realidad de nuestra existencia; Dios nuestro Señor siempre ha estado –y está- con nosotros, esperando el que estemos dispuestos a abrir la puerta, a recibirle… No cometamos el error –lo digo por experiencia personal- de esperar hasta “tocar fondo” como dicen los psicólogos, salgamos de nuestra muy humana testarudez y dispongamos nuestro corazón a fin de que tengamos la sensibilidad de reconocerle en nuestra compañía y las múltiples manifestaciones de su amor incondicional, tengamos la humildad de reconocer que sin él “no vamos a ninguna parte”, no se nos olvide lo que al respecto nos dice su Palabra: “si mi pueblo, que lleva mi nombre, se humilla y ora, y me busca y abandona su mala conducta, yo lo escucharé desde el cielo, perdonaré su pecado y restauraré su tierra” (2 Crónicas 7:14 NVI)

“Ustedes necesitan perseverar para que, después de haber cumplido la voluntad de Dios, reciban lo que él ha prometido” (Hebreos 10:36 NVI).
Gracias Padre por este nuevo día, gracias por la luz de tu Palabra, gracias por esperarme por tanto tiempo, gracias porque a pesar de mi testarudez me recibiste con júbilo… Te pido Señor me mantengas en mi mayor propósito, mi mayor anhelo, que es vivir y morir en una completa y santa comunión contigo, Padre, pon en mí tanto el querer como el hacer para vivir en tu voluntad y para que todo aquello que no esté en el ámbito de tu voluntad, me sea quitado, me sea impedido, sea alejado de mí, te lo pido en el nombre glorioso de Jesucristo, mi Señor y Salvador, amén!...

Tijuana, B. C., agosto 23 del 2011

Monday, August 22, 2011

“HORA DE CRECER”

A mis amigo(a)s cibernautas:
19 Agosto 2011
Lectura: 1 Corintios 3:1-17.
"De manera que yo, hermanos, no pude hablaros como a espirituales, sino como a carnales, como a niños en Cristo" 1 Corintios 3:1
Mientras miraba algunas tarjetas de cumpleaños en una tienda de regalos, encontré una que me hizo reír. El mensaje decía: «Sólo eres joven una vez, pero puedes ser inmaduro siempre». Esa tarjeta estimuló mi sentido del humor. No tener que crecer posee cierto atractivo, como puede atestiguar todo admirador de Peter Pan.
Sin embargo, todos sabemos que la inmadurez perpetua no es sólo inadecuada, sino también inaceptable. En el caso de los creyentes, es vital que maduremos. Después de nacer de nuevo y de convertirnos en seguidores de Cristo, se espera que dejemos de ser bebés espirituales. Las Escrituras nos desafían a crecer para asemejarnos más al Señor.
Al escribirle a la iglesia en Corinto (una congregación muy problemática), Pablo dijo que las dificultades que atravesaba se debían a la falta de desarrollo espiritual de sus miembros. En 1 Corintios 3:1, señaló: «Hermanos, no pude hablaros como a espirituales, sino como a carnales, como a niños en Cristo».  ¿Cómo crecemos para dejar de ser bebés espirituales? Pedro insistió: «Creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo» (2 Pedro 3:18). Esto lo logramos al meditar en la Palabra de Dios y al dedicarnos a la oración (Salmo 119:97-104; Hechos 1:14). Como en el caso de la iglesia de Corintio, tal vez para nosotros también sea hora de crecer.
Reflexión: El crecimiento espiritual se produce cuando se cultiva la fe
(“Nuestro Pan Diario”).

Tal y como sucede con muchas de las cosas de nuestra vida, el “crecer” como cristianos tiene un significado que difiere de cristiano a cristiano: gracias a Dios que nos hizo únicos, irrepetibles o como dicen en mi pueblo “cada cabeza es un mundo”… Si la medida de nuestro crecimiento como cristianos se tiene en la medida de nuestra fe: un cristiano temeroso, es una contradicción, es para mí lo que describe el grado de comunión en que vivimos con Dios nuestro Señor… Si dudamos es porque no le creemos o le creemos a medias, y si no le creemos como para entregarnos por completo en una comunión completa y santa, es porque no le conocemos aunque se presuma de saber de memoria la Biblia, y Él así nos lo dice: “No todo el que me dice: ´Señor, Señor´, entrará en el reino de los cielos, sino sólo el que hace la voluntad de mi Padre que está en el cielo” (Mateo 7:21 NVI)… Desde luego que nuestra posición ante nuestro Señor es una si no le conocemos por ignorancia y otra muy distinta si se trata de nuestra resistencia a entregarnos a su voluntad por encima de la nuestra: “Si fueran ciegos, no serían culpables, pero como afirman que ven, su pecado permanece” (Juan 9:41 NVI)…

“Al que tiene, se le dará más, y tendrá en abundancia. Al que no tiene, hasta lo poco que tiene se le quitará”
(Mateo  13:12 NVI)
Gracias Padre por este nuevo día, gracias por la luz de tu Palabra, gracias por hacerme una oveja de tu rebaño, gracias porque eres mi Pastor y en ti no me falta nada… Te pido Señor pongas siempre en mí tanto el querer como el hacer para que en todo momento mi vida sea en tu voluntad, no me permitas que en momento alguno deje de reconocerte en todos mis caminos, sabedor como lo soy  que eres tú el camino, la verdad y la vida, te lo pido en el nombre glorioso de Jesucristo, mi Señor y Salvador, amén!...

Tijuana, B. C., agosto 22 del 2011

“Te refinaré y te probaré”

A mis amigo(a)s cibernautas:
Agosto 20, 2011
El profeta Jeremías por amor a su pueblo, sentía mucha angustia al ver que no se apartaban del pecado, ni se volvían a Dios. El pasó sus días orando, amando, predicando y advirtiendo, únicamente para hallar la insensibilidad de un pueblo que endureció su corazón ante la presencia y el amor de Dios. Sin embargo,  Dios le dice: “He aquí que yo los refinaré y los probaré; porque ¿Qué mas he de hacer por la hija de mi pueblo?. Con estas palabras Dios les hace saber dos cosas importantes: Que los llevará a la excelencia y formará su carácter para hacerles madurar y crecer en bendición. Cuando un metal es refinado adquiere mayor valor y belleza. El refinamiento de parte de Dios, nos lleva a la excelencia, a ser mejores cada día. De igual manera, las pruebas: aunque muchas veces pensamos cuando estamos en medio de ellas, que son para destruirnos y derribarnos, es todo lo contrario. En las pruebas difíciles es donde nuestro carácter y nuestra fe son perfeccionados. En medio de las pruebas podemos hacernos hombres y mujeres valientes  que se levantan en medio de las circunstancias, llevando en su mano una bandera de victoria, con un corazón conforme a Dios. Dios  en su infinita misericordia decidió amarnos y no hacer otra cosa que darnos cada día una oportunidad más. Pero, podemos preguntarnos hoy:
¿Cómo vemos a Dios en medio de las pruebas, como un Padre castigador ó un Padre que me ama tanto que me lleva a la excelencia y me ayuda a crecer y a aprender?
¡Como el padre se compadece de los hijos, Se compadece Jehová de los que le temen. Porque él conoce nuestra condición…¡” Salmos 103:13-14
Ana de Arcia Maracay,Venezuela

Me parece que como un ejercicio para el fortalecimiento de nuestra fe, nos conviene el repasar –con la frecuencia que a cada quien le parezca necesaria- el concepto en que tenemos a nuestro Señor y Salvador, porque Èl no es un Dios de contradicciones, nos lo dice con toda claridad su Palabra: “Dios no es un simple mortal para mentir y cambiar de parecer. ¿Acaso no cumple lo que promete ni lleva a cabo lo que dice? (Nùmeros 23:19 NVI)… Los que con gran facilidad caemos en contradicciones, en incongruencias, somos los seres humanos sin que los que decimos que creemos en Èl seamos la excepción: ¿creemos realmente en que entregò a su Hijo amado para que su preciosa sangre pagara por nuestros pecados?, si es asì, no debemos tener ni la màs mínima duda de su amor por TODOS nosotros, como nos lo dice su Palabra: “el que no escatimò ni a su propio Hijo, sino que lo entregò por todos nosotros, ¿còmo no habrá de darnos, junto con èl, todas las cosas? (Romanos 8:32 NVI)… Asì que debemos decir con Santiago: “considérense muy dichosos cuando tengan que enfrentarse con diversas pruebas, pues ya saben que la prueba de su fe produce constancia. Y la constancia debe llevar a feliz tèrmino la obra, para que sean perfectos e íntegros, sin que les falte nada” (Santiago 1:2-4 NVI).

“ni la muerte ni la vida, ni los àngeles ni los demonios, ni lo presente ni lo por venir, ni los poderes, ni lo alto ni lo profundo, ni cosa alguna en toda la creación, podrá apartarnos del amor que Dios nos ha manifestado en Cristo Jesùs nuestro Señor” (Romanos 8:38-39 NVI).
Gracias Padre por este nuevo dìa, gracias por la luz de tu Palabra, gracias por tu amor incondicional que se me ha manifestado a lo largo de mi vida y se me manifiesta todos los días, no porque lo merezca sino porque tù me amas y quieres y me das lo mejor para mi vida, gracias por tu fidelidad a toda prueba… Te pido Señor me perdones, me perdones cuando las circunstancias me hacen dudar y caigo en contradicciones que me llevan a negarte, perdóname y ubícame para que con mi vida haga realidad el que te amo por sobre todas las cosas, te lo pido en  el nombre glorioso de Jesucristo, mi Señor y Salvador, amèn!...
Tijuana, B. C., agosto 20 del 2011

Friday, August 19, 2011

“Agradeciendo por mis dificultades!”

A mis amigo(a)s cibernautas:
Agosto 15, 2011 
Cuando me diagnosticaron por primera vez la diabetes en el año 2000, estaba convencida que los medicamentos me curarían. Esta, después de todo, era la era de la tecnología y las drogas milagrosas. No conté con mi aumento de peso ni me enteré que, al verse afectado mi sistema inmunológico, fuese diagnosticada con artritis. Para la primavera de 2004 me forcé a mí misma a ir al médico con la peor infección respiratoria de mi vida. Melancólicamente, seguí repitiéndome a mí misma: “los diabéticos son seis veces más propensos a morir de un resfriado”. Para cuando puse mi pie en la balanza del médico, estaba tan enferma que la muerte sería la buena noticia. Entonces noté mi peso. ¡Pesaba 196 libras! ¡Estaba a cuatro libras de llegar a ser mi abuela! Mi doctor me cargó con un suministro de dos semanas de antibióticos, una botella de “prednisone” y entonces abandonó su puesto. Ahora tenía que buscar otro médico. ¡Qué bien! Estaba aterrada, pero a pesar de mis temores, mi búsqueda resultó una de las mayores bendiciones de mi vida. A través de las conexiones familiares y mucha oración, hallé a mi doctor, una holandesa de habla suave, que no veía mi condición médica como una sentencia de muerte. Ella visualizó mi condición como un punto de partida para una mejor salud. Estuvo abierta a métodos alternos para el control de la diabetes. Fue compasiva, profunda, y entusiasta sobre mi plan de ejercicios y una dieta de bajas calorías. “Usted puede lograrlo”, me aseguró, y yo le creí. Me fui a casa y comencé a examinarme el corazón. ¿Creo que mi vida y mi cuerpo son dones de Dios? ¿Creo que tengo una responsabilidad por mi propia salud? ¿Creo que la única manera de agradecerle a Dios por esta vida es honrar su don? ¿Le debo a mis hijos una madre? ¿Quiero envejecer con el amor de mi vida? Mi respuesta entonces y ahora ¡es un resonante sí! Hace un año, celebré mi cumpleaños cincuenta y ocho comprando una caminadora motorizada. Comencé una dieta saludable baja en carbohidratos de vegetales y frutas. Para fines del primer mes había avanzado de unos pasos a media milla ¡y había perdido seis libras! Mi paladar se hizo más sensible y comencé a notar el sabor único de las comidas frescas. Una manzana y un par de cucharaditas de mantequilla de maní se tornaron una delicia para mí. Sin agregar azúcar descubrí que me encantaba el verdadero sabor de la zarzamora y del arándano. Fue sorprendente cuán rápidamente me adapté a mi nuevo estilo de vida saludable. Gracias a Dios, tomé mi decisión al comienzo del movimiento de bajos carbohidratos. He descubierto deliciosos alimentos con bajos carbohidratos, justo en mi abarrotería local. Hasta puedo convidarme a mí misma a comer pan, budines y mi favorita personal, leche achocolatada, con bajos carbohidratos. Me consagré a reinventar mis recetas favoritas, creando saludables delicias con bajos carbohidratos, como panecillos y crepès de soya, ¡que saben como los originales! En tan sólo unos cuantos meses, caminaba una milla diaria en mi caminadora. Naturalmente impaciente, me fue difícil caminar en mi lugar por una media hora completa con sólo mis pensamientos para entretenerme. Por lo tanto, decidí separar aquel tiempo para adorar. Mientras escucho mis himnos favoritos, le agradezco a Dios por cada buena dádiva en mi vida. Me he sorprendido al descubrirme a mí misma agradeciéndole también por mis dificultades, que han creado en mí una terca perseverancia y fortaleza. En poco más de un año, he perdido cuarenta libras y cuatro números de vestimenta, ¡y sigo perdiendo! Pruebo el azúcar en mi sangre frecuentemente durante el día, especialmente antes y después del ejercicio. Hace un año me quitaron todo medicamento para la diabetes y, el azúcar en mi sangre, en mi cumpleaños cincuenta y nueve, permanece felizmente bajo control. Mi artritis es menos dolorosa, y estoy practicando la jardinería de nuevo. Mi sistema inmunológico otrora falluco se ha rejuvenecido. Me defiendo de la infección y la enfermedad, ¡y tengo más energía que la que había tenido en años! Miro hacia mi futuro y tengo la profunda convicción de que le debo a Dios algo por mi vida y el amor que me ha dado. Mi familia merece tenerme en sus vidas, y valgo este esfuerzo. No me hubiera perdido esta jornada. ¡Ha sido una jornada de gozo!
C Jaye Lewis
No te des por vencido o vencida. Dios te ama y te ha convertido en un regalo para los tuyos. Cuida tu vida y tu cuerpo por amor a Dios, a ti mismo y a los tuyos. “Por consiguiente, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios que presentéis vuestros cuerpos como sacrificio vivo y santo, aceptable a Dios, que es vuestro culto racional”. Romanos 12:1.
El domingo pasado nos ocupamos de la importancia que TODOS tenemos de vivir conscientemente, de asumir de frente nuestra responsabilidad ante las diversas circunstancias que la vida nos presenta, porque dedicarnos a buscar entre los demás a los culpables de lo que nos ocurra, no deja de ser un pasatiempo de quienes, por las razones que sean, no tienen el valor de enfrentar sus realidades y actuar en consecuencia… Hoy les comparto el testimonio que nos ha traìdo la reflexión de hoy… ¡Siempre hay un camino que nos permita superar lo que de momento nos amenaza con apabullarnos, de cada quien depende el darse por vencido o esforzarse y lograr la victoria!...

“para los hombres es imposible –aclarò Jesùs, mirándolos fijamente-, pero no para Dios; de hecho, para Dios todo es posible” (Hebreos 11:6 NVI)
Gracias Padre por este nuevo dìa, gracias por la luz de tu Palabra, gracias porque eres mi Pastor y en tì no me falta nada… Te pido Señor tomes en tus manos de bendición mis debilidades, no permitas que el temor, mis dudas, mi falta de fe, lleguen a esclavizarme al grado de olvidarme de tì, ensèñame Padre a depender sòlo de tì por encima de toda circunstancia a fin de que pueda decir con Pablo: “todo lo puedo en Cristo, que me fortalece”, te lo pido en el nombre glorioso de Jesucristo, mi Señor y Salvador, amèn!...

Tijuana, B. C., agosto 16 del 2011

“AMOR MUTUO”

A mis amigo(a)s cibernautas:
15 agosto 2011
Lectura: Juan 13:33-35.
"En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros" Juan 13:35
Tienes que esforzarte para ofender a los creyentes. Por naturaleza, son el grupo de personas más perdonador, comprensivo y considerado con que he tratado. Nunca suponen lo peor. Valoran la importancia de tener perspectivas diferentes. Son lentos para enojarse, rápidos para perdonar y casi nunca juzgan con dureza ni actúan con un espíritu que no sea de amor total… No, aguarda un momento, ¡estaba pensando en los perros golden retriever!
Me reí cuando leí esto en un mensaje de correo electrónico. Sin embargo, al haber tenido experiencia con esta raza de perros (y también con cristianos), ¡creo que es cierto que, a veces, los creyentes se enojan con demasiada facilidad! «El director del coro siempre le da los solos a ella». «El pastor ni me miró cuando me dio la mano para saludarme». «Hago de todo aquí; la gente debería valorarme un poco más». Enojo. Resentimiento. Orgullo. Es verdad, en ocasiones, es necesario ocuparse de las cuestiones entre creyentes. Pero ¿qué pasaría si siempre intentáramos tratar a los demás como queremos que nos traten a nosotros (Mateo 7:12), si no fuéramos tan rápidos para juzgarlos en vez de para perdonarlos (Lucas 6:37) y si demostráramos un poquito de humildad (Filipenses 2:3)?
¿Y qué sucedería si el mundo reconociera, sin ninguna duda, que somos seguidores de Jesús por el amor que tenemos «los unos con los otros» (Juan 13:35)? ¿Es una realidad en nuestro caso?
Reflexión: A veces, el mejor testimonio es el amor.
(“Nuestro Pan Diario”)

“El ex presidente Chirac será llevado al banquillo como responsable de actos de corrupción durante su gestión como alcalde de Parìs. Un muy acreditado jurista y miembro de la Corte Suprema argentina, Eugenio Zaffaroni, es señalado como potencial cómplice de trata. El gabinete de la señora Roussef se desgrana por los escándalos de corrupción. Sarkozy conoce la experiencia, tuvo que remover a su ministro de Cultura, Frèderic Miterrand, por pederastia y al de Trabajo por espionaje. Què decir de Murdoch, del inefable Strauss-Kahn, ahora de Lagarde o de Madoff o Kenneth Lay. O de la London School recibiendo dinero de Gaddafi. La crisis de liderazgo mundial es pavorosa. Es ingenuo pretender responsabilidad de una fauna asì. Màs allà de los números, la verdadera crisis es moral.” (tomado del artículo editorial “La otra crisis” de Federico Reyes Heroles; página editorial de “El Norte” de Monterrey, N. L.); si a lo anterior agregamos la lista que todos los días crece, acerca de “los malos pasos” de muchos de nuestros líderes de prácticamente todos los sectores sociales, económicos, políticos y hasta espirituales, podremos estar de acuerdo en lo que comentamos aquí el pasado domingo: “mientras no podamos tener mejores hombres y mujeres, no podemos aspirar a una mejor sociedad”… Y como puede verse, no es algo que tenga que ver con la raza, con la cultura, con partidos políticos, porque “tan malo el pinto como el colorado”, sino con la falta de amor, es decir, con la falta de Dios que lleva a extremos insospechados en un afán de TENER, sin importar el SER… Lo màs lamentable es cuando quienes estamos llamados a ser “la luz del mundo” caemos en actitudes que lejos de provocar el reconocimiento y adoraciòn a nuestro Padre Celestial, significamos el desprestigio de su iglesia…

“de veras te aseguro que quien no nazca de nuevo no puede ver el reino de Dios” (Juan 3:3 NVI).
Gracias Padre por este nuevo dìa, gracias por la luz de tu Palabra, gracias por darme la oportunidad –el privilegio- de ser un hijo tuyo… Te pido Señor me hagas consciente de la responsabilidad que tal privilegio me significa al serte testigo ante propios y extraños; Padre, vivimos momentos de angustia por haber dejado que el enfoque materialista de nuestras vidas nos domine, tù que eres nuestra fuente de luz, de sabiduría, de vida, danos el rumbo y las capacidades que sean necesarias para en tu nombre cambiar lo que haya que cambiar, sabedor como lo soy que solo tù eres el camino, la verdad y la vida, te lo pido en el nombre glorioso de Jesucristo, mi Señor y Salvador, amèn!...
Tijuana, B. C., agosto 17 del 2011

“Me Amas?…!Sígueme!”

A mis amigo(a)s cibernautas:
Agosto 17, 2011 
Jesús fue crucificado y resucitó al tercer día, presentándose luego ante sus discípulos donde estos se encontraban ocultos por temor a los judíos. Luego Jesús se manifestó por tercera vez a sus discípulos junto al mar de Tiberias, donde compartió con ellos pescado y pan. Después de haber comido, Jesús pregunta a Pedro en tres oportunidades: ¿me amas?. Respondiendo Pedro: ¡Si Señor, tu sabes que te amo!. Jesús ante esta afirmación de Pedro, en la primera oportunidad le dijo: Apacienta mis corderos, en la segunda, Pastorea mis ovejas, y en la tercera, Apacienta mis ovejas. Al instante, le hace saber que siendo joven iba a donde quería mas en su vejez sería llevado a donde no quiera y por otro. Añadiendo: ¡Sígueme!. Jesús no dejó que la respuesta de Pedro al decir que le amaba fueran solo palabras, Jesús las acompañó de una acción que Pedro tenía que cumplir como muestra de su amor: Apacienta, pastorea, sígueme. El amar es una decisión, y esa decisión debe ir acompañada de una acción.
Es fácil decir te amo y dar la espalda y seguir. Pero es extraordinario, cuando decimos ¡te amo!  Y esa palabra va acompañada de una mano que levanta, de un abrazo que consuela, de una ayuda oportuna, de cuidados llenos de ternura, de una sonrisa, del servicio a otros. ¿Cuàntas veces le decimos a Dios, que le amamos y no le seguimos, no le honramos, no le servimos?
¡Muéstrame mi honra, si me dices padre, muéstrate como un hijo, si me dices rey entrega mi trono que está en tu corazón!.” Malaquías 1:6
Ana de Arcia
Maracay,Venezuela

Tomo de nuestra reflexión de hoy la frase: “es fácil decir te amo y dar la espalda y seguir”, comportamiento que me atrevo a decir es parte de nuestra condición humana que en su egoísmo, poniendo antes que nada su propio interés, es capaz de mentir, hasta de mentirse a sì mismo… Por eso, en mi pueblo dicen: “hechos son amores y no buenas razones” y en su contraparte: “la mula no era arisca… la hicieron”… Ahora bien, pretender engañar a Dios es no conocerlo “no me llega aùn la palabra a la lengua cuando tù Señor, ya la sabes toda” (Salmo 139:4 NVI), y se cae en una incongruencia que raya en lo ridículo, porque se le cree capaz de darnos lo que le pedimos y al mismo tiempo no se le cree con la capacidad de conocer nuestro corazón… ¡vaya insensatez!... Sin embargo, nuestro Padre Celestial en su gran amor por TODOS nosotros, nos da el camino en el Manual de Vida que nos ha entregado: veamos en 1 de Corintios 13 lo que quiere decir AMOR y dejémonos de “dar palos de ciego”…

¿quièn es el que me ama? El que hace suyos mis mandamientos y los obedece. Y al que me ama, mi Padre lo amarà, y yo también lo amarè y me manifestarè a èl” (Juan 14:21 NVI).
Gracias Padre por este nuevo dìa, gracias por la luz de tu Palabra, gracias porque en ningún momento has condicionado tu gran amor por mi y por los mìos y me has colmado con tu vida abundante a pesar de mì, te agradezco el que me hayas levantado y te pido Señor, en el nombre glorioso de Jesucristo, mi Señor y Salvador, que pongas en mì, tanto el querer como el hacer a fin de que me mantenga en mi propósito, en mi anhelo, de vivir y morir en una completa y santa comunión contigo, para recorrer, tomado de tu mano, el camino eterno, que aunque no lo merezco, tu me ofreces… Gracias Padre!...

Tijuana, B. C., agosto 18 del 2011

El más alto honor del creyente

A mis amigo(a)s cibernautas:
Nunca olvidaré la mejor presentación que he recibido como orador invitado. El presentador dijo simplemente: "Tengo el gran placer de presentarles a mi hermano, Charles Stanley, siervo del Dios Altísimo". No pude moverme de mi asiento por unos momentos; estaba muy impresionado por esta presentación que glorificaba al Señor e identificaba mi verdadera posición.
La Biblia describe a los creyentes como embajadores (2 Corintios 5.20), soldados (2 Timoteo 2.3), y santos (Efesios 2.19). Pero el más alto honor que podemos recibir, es ser llamados siervos del Dios Altísimo. Quienes mueren a sí mismos para obedecer la voluntad del Señor pueden ocupar el último lugar desde la perspectiva del mundo, pero son los primeros en su reino.
Lamentablemente, algunas veces el servicio a Dios es asociado solo con lo que se hace en la iglesia. Ser el pastor de la iglesia o estar al frente de algún ministerio es considerado un acto de servicio. Pero el hombre que hace un trabajo aparentemente menos importante, y la mujer que limpia el templo, tienden a ser vistos como personas que simplemente hacen su trabajo. Pero desde el punto de vista de Dios, el trabajo bien hecho le da tanta gloria a su nombre como el himno elevado en alabanza (Colosenses 3.23, 24). Así que, ¡ánimo! Si usted está haciendo un trabajo de calidad y esforzándose por tocar positivamente las vidas de quienes le rodean, entonces está sirviendo a Dios.
El servicio al Señor no tiene que ver con lo que hacemos, sino más bien con cómo hacemos lo que nos ha sido asignado. Dios no mide el éxito sólo por lo que uno logra. Un buen siervo comparte la actitud de humildad de Cristo y la motivación de él para alcanzar a las personas con el amor de Dios.

Siempre me ha llamado la atención el grado de orgullo que manifiestan sentir quienes, engolando la voz, presumen de ser siervos de Dios, quizá porque siempre me he preguntado si Dios nuestro Señor, el dueño de todo lo visible y de lo invisible, nos necesita como sus servidores y siempre me he contestado que somos nosotros quienes necesitamos de servirle porque ello nos significa el sentirnos en obediencia, en comuniòn, nada menos que con el Señor –el dueño diría yo- de nuestras vidas… Tomo la última frase de nuestra reflexión de hoy: “un buen siervo comparte la actitud de humildad de Cristo y la motivaciòn de èl para alcanzar a las personas con el amor de Dios”, lo que me significa el que no se requiere para servirle de tener un determinado puesto dentro de las estructuras de organización creadas por los hombres, lo que frecuentemente crea posiciones jeràrquicas que lejos de contribuir a un ambiente de mutua colaboración, fomentan una competencia que nada tiene que ver con el amor que se predica…Consciente o inconscientemente se tienen cristianos de primera y de segunda… “mientras haya entre ustedes celos y contiendas, ¿no serán inmaduros? ¿Acaso no se estarán comportando según criterios meramente humanos?” (1 Corintios 3:3 NVI)… En el hogar, en el lugar de trabajo, en la escuela, ahì donde el Señor nos ha puesto, sirvamos a nuestro Señor y Salvador con todo nuestro ser, nuestro saber, nuestro quehacer, siempre para su honor y gloria, aleluya!...

“Predica la Palabra; persiste en hacerlo, sea o no sea oportuno; corrige, reprende y anima con mucha paciencia, sin dejar de enseñar” (2 Timoteo 4:2 NVI).
Gracias Padre por este nuevo dìa, gracias por la luz de tu Palabra, gracias por el privilegio que me concedes al darme la oportunidad de compartir tus buenas nuevas con propios y extraños, te pido Señor no me permitas perder el piso y pretender mi lucimiento personal, hazme consciente de que sòlo tù mereces todo honor y toda gloria porque eres tù el Señor, el dueño de mi vida, te lo pido en el nombre glorioso de Jesucristo, mi Señor y Salvador, amèn!...

Tijuana, B. C., agosto 19 del 2011


Monday, August 15, 2011

“Caìdas y vuelos”

A mis amigo(a)s cibernautas:
Vuelos y caídas, fracasos y excusas, dolor repetido, traiciones, engaños. Una vez màs te sientes utilizado, una vez màs recibes la bofetada de una traición, una infidelidad o abandono. Cuàntos fracasos màs quieres acumular en tu vida; cuàntos màs sintiéndote vìctima, delegando culpas y responsabilidades en los demás y en las circunstancias: “Porque fulanito o fulanita es malo o mala me engañò, se aprovechò de mì”. ¿Por què no enfrentas con honestidad tu error, tu culpa, tu fracaso? ¿Por què no aceptas por lo menos la posibilidad de que el error sea tuyo y no de los demás? Enfrenta con honestidad tu propia responsabilidad y responde con sinceridad a esta pregunta: ¿Què esperabas de esa situación?, a todas luces absurda e incierta.” “Es que yo esperaba que cambiara, yo creì que iba a cumplir su palabra, yo pensé que esto no iba a durar, que era sòlo una aventura; que esto lo podía dejar cuando quisiera”. Promesas de borracho que no se cumplen. Inconciencia que te roba valores, dignidad y respeto.
Darìas un gran paso si por lo menos hoy tienes el valor de enfrentar –asì frente a frente- la magnitud del error, ¡de tu error!; ante ese peso, esa làpida que te agobia, no se te olvide voltear al cielo, percibe la sonrisa de la luna, el brillo de las estrellas, el viento que acaricia tu rostro y te dice: “Tienes una nueva oportunidad tù decides si la aprovechas o te quedas estancado, repitiendo infiernos y fracasos, generando infiernos y sufrimientos, atrayendo personas y circunstancias que renuevan una y otra vez tu soledad, tu vacìo, tu dolor”. Mira, para volar alto, tan alto hasta donde puedas sentir la Presencia del Creador, basta desearlo y decirle: “Señor, por mì nada puedo, dame tu mano para emprender un vuelo de libertad”. Y como Èl siempre responde, percibe la fuerza infinita que surge de tu corazón como un abrazo, y con esa sensación voltea una vez màs a tu interior, perdona lo que tienes que perdonar. Ya no cobijes màs el error de antaño de alguien inconsciente que dejó una huella de dolor en tu corazón. Ahora, abraza a tu niño interior y dile: “Pequeño, pequeñito mìo, nadie mejor que yo sabe lo que necesitas, y desde hoy, chiquito, chiquita mìa, te lo voy a dar yo: amor, respeto, espacios para jugar, para estar contigo, y al ser tù y yo uno solo y uno solo en Dios, el amor llega a la vida como regalo”. “La paz, la serenidad y la libertad de ser simplemente yo”.
El vuelo que toca el corazón de Dios surge del reconocimiento de tu propia debilidad que te brinda la oportunidad de transformarla en fortaleza, fortaleza que te regala el Espìritu y el Amor de Dios.
(tomado del libro “las màs bellas reflexiones de la doctora Levinstein”; editorial Panorama)

“Para sentirme competente para vivir y digno de la felicidad, necesito experimentar una sensación de control sobre mi vida. Esto exige estar dispuesto a asumir la responsabilidad de mis actos y del logro de mis metas. Lo cual significa que asumo la responsabilidad de mi vida y bienestar”… “Si asumo la responsabilidad de mis emociones”, dijo una mujer que agotaba a su familia y amigos con sus quejas, “no estaría tan deprimida; apreciarìa de què forma a menudo hago sentirme desgraciada; apreciarìa cuànta rabia estoy negando; admitirìa que gran parte de mi infelicidad es fantasiosa; me centrarìa màs en las cosas buenas de mi vida; advertirìa que estoy intentando hacer que la gente se sienta culpable por mì; verìa que puedo ser feliz màs a menudo”… (tomado del libro “los seis pìlares de la autoestima” de Nathaniel Branden; editorial Paidòs)… ¿Por què siempre ver el “vaso medio vacìo” y dejar de verlo “medio lleno”?... “el ladròn no viene màs que a robar, matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y la tengan en abundancia” (Juan 10:10 NVI).

“¡Sè fuerte y valiente! ¡No tengas miedo ni te desanimes! Porque el Señor tu Dios te acompañarà dondequiera que vayas” (Josuè 1:9 NVI).
Gracias Padre por este nuevo dìa, gracias por la luz de tu Palabra, gracias por tu fidelidad a toda prueba, gracias porque me has colmado con una vida abundante a lo largo de mi vida… Te pido Señor que alejes de mi corazón toda manifestación de desànimo porque eso sería negarte y, por el contrario, concédeme Padre el que la fe que me has revelado sea la divisa de mi vida a fin de que guiado por tu Santo Espìritu, viva y muera en una completa y santa comunión contigo, te lo pido en el nombre glorioso de Jesucristo, mi Señor y Salvador, amèn!...

Tijuana, B. C., agosto 14 del 2011

“Hoy… podré quedar atónito”

A mis amigo(a)s cibernautas:
Agosto 13, 2011 · 
Mas Pedro persistía en llamar; y cuando abrieron y le vieron, se quedaron atónitos” Hechos 12:16.
Hay cosas en la vida que nos dejan sorprendidos. Noticias que no esperábamos, reacciones incontrolables que nos desajustan, regalos que nos dejan con la boca abierta, amigos que hacía años no veíamos, libros que creíamos perdidos.  La vida está llena de sorpresas. Con Dios siempre existe la posibilidad de ser sorprendidos. Dios es Dios de grandes sorpresas. Siempre he dicho que caminar con Dios es una aventura y un misterio. Una aventura porque  Él me llevará por caminos que nunca he imaginado transitar y un misterio porque Él no me revela el resto del camino sino que me lo va desplegando paso a paso y ese es el camino de fe. En el Capítulo 12 de Hechos narra que Pedro estaba preso y la Iglesia oraba por Él. Pedían sin duda la liberación de Pedro. Dios les sorprende tanto a Pedro como a la Iglesia con una liberación inesperada y milagrosa. Pedro llega a la casa donde los hermanos oraban. No podían creer que era Pedro. Curiosamente encontramos que ellos oraban por Pedro y ahora que el Señor lo libera no lo pueden creer. Llamaron hasta loca a Rode la joven que llevó la noticia que Pedro estaba a la puerta. Quedaron atónitos, es  igual que quedarse de una sola pieza, sin moverse. Oh, amados, muchos quedáramos atónitos cuando a raíz de tu vida devocional, vean lo que Dios hará contigo, en ti y a través de ti.  Dios aún sorprenderá a muchos.
Necesitamos creer en Dios y esperar grandes cosas. A veces nuestra mente es pequeña y aunque oramos, una pequeña sombra de duda parece esconderse sigilosamente para saltar con incredulidad en el momento en que Dios decide sorprendernos. La más grande sorpresa de la vida estará delante de nosotros. Hoy, decido estar listo para quedar atónito ante la manifestación poderosa y gloriosa del único Dios viviente.
Señor, confieso en este día el que a veces mi incredulidad es tan grande que no me deja ver tu majestuosidad. Sin embargo, a pesar de mi duda, tu gracia y misericordia son mayores para sorprenderme.  Hoy, decido ante ti ser sorprendido y dispuesto a quedar atónito ante tu amor. En el nombre de Jesús. Amén.
Dr. Serafín Contreras Galeano. www.serafincontreras.com

Apenas ayer -¿será casualidad que la reflexión de hoy nos lo recuerde?- nos ocupamos de la importancia de ser movidos por el Espíritu Santo que se nos ha dado y  no tengo la menor duda que, en mayor o menor grado, a todos nos tocó el corazón, sin embargo, también me atrevo a asegurar que con gran rapidez, con gran facilidad, a todos, en mayor o menor grado, nos duró muy poco nuestro sentir espiritual por haber sido absorbidos por el ambiente materialista en el que vivimos y caemos en el error de sentirnos capaces por nosotros mismos y olvidarnos de Dios quien en su Palabra nos recuerda: “no es que nos consideremos competentes en nosotros mismos. Nuestra capacidad viene de Dios” (2 Corintios 3:5 NVI)… Ese es el riesgo de perder nuestra sensibilidad y caer en el extremo de “darle la espalda” a nuestro Señor y Salvador, porque se nos olvida quien nos da la vida y terminamos reclamándole porque no tiene “los moños” que quisiéramos: se antoja usar la expresión de mi pueblo: “de cuándo acá los patos le tiran a las escopetas?”… pero como la Biblia, el Manuel de Vida que nos ha dado Dios –hasta eso le debemos- tiene respuesta para todas nuestras necesidades, veremos que nos dice en su Palabra: “¿Puede la vasija decir del alfarero: ´Él no entiende nada?” (Isaías 29:16 NVI)… Qué bueno que quien pasó a dar su testimonio por haber sido salvado de una grave enfermedad, nos da un gran motivo para alabarle y bendecirle, pero también qué bueno que lo puedo alabar y bendecir porque no me he enfermado, que nuestro reconocimiento, nuestro amor a nuestro Señor y Salvador no dependa sólo de manifestaciones exteriores que me “dejan con el ojo cuadrado” sino del fortalecimiento de mi relación personal con mi Creador, con mi Salvador, con mi Proveedor, con mi Libertador, con mi Sanador, con mi Amparo y Fortaleza, con mi Pastor porque en él no me falta nada, aleluya!...

“porque sé en quien he creído, y estoy seguro de que tiene poder para guardar hasta aquel día lo que he dejado a su cuidado” (2 Timoteo 1:12 NVI).
Gracias Padre por este nuevo dìa, gracias por la luz de tu Palabra, gracias porque siempre estàs al pendiente de mì y de los mìos… Padre, te pido me enseñes a vivir guiado por tu Santo Espìritu, hazme sensible a tu voz y, sobre todo, hazme obediente a tu voz, aunque no me agrade lo que me digas, no me permitas que en momento alguno ponga yo oìdos sordos a tu voz, te lo pido en el nombre glorioso de Jesucristo, mi Señor y Salvador, amèn!...

Tijuana, B. C., agosto 13 del 2011



“Tras la huella de su madre”

A mis amigo(a)s cibernautas:
Reflexiones Cristianas
Era un día muy ajetreado en nuestro hogar. Pero claro, con 10 hijos y otro en camino, todos los días eran un poco agitados. Ese día en particular, sin embargo, tenía dificultades incluso para realizar los quehaceres domésticos de rutina, y todo a causa de un pequeñito. Len, que tenía tres años entonces, estaba encima de mis talones, dondequiera que me dirigiera. Cada vez que me detenía para hacer algo y me volteaba, tropezaba con él. Varias veces le había sugerido pacientemente actividades divertidas, para mantenerlo ocupado. -¿No te gustaría jugar en el columpio? -le pregunté una vez más. Pero él simplemente me brindó una inocente sonrisa y me dijo: -Está bien, mamá, prefiero estar aquí contigo. Luego continuó retozando alegremente a mi alrededor. Después de pisarlo por quinta vez, comencé a perder la paciencia e insistí en que saliera a jugar con los otros niños. Cuando le pregunté por qué estaba actuando así, me miró con sus dulces ojos verdes y me dijo: -Mira, mami, en la escuela mi maestra me dijo que caminara tras las huellas de Jesús. Pero como no puedo verlo, estoy caminando tras las tuyas. Tomé a Len entre mis brazos y lo abracé. Lágrimas de amor y de humildad se derramaron sobre la oración que brotó en mi corazón: una plegaria de agradecimiento por la simple, pero hermosa perspectiva de un niño de tres años.
Davida Dalton
¿Qué tipo de huellas estás dejando en tu vida? ¿Quieren tus hijos, amigos o compañeros de trabajo seguirlas? Mucho hemos oído de seguir las huellas de Jesús, pero ¿pueden los demás seguir las tuyas también?.
Juan 8:12: “Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida”.
Fuente: Sopa de Pollo para el Alma del Cristiano

“de tal palo, tal astilla” o “hijo de tigre, pintito”, han sido –no estoy seguro que sigan siendo- expresiones populares para referirnos al parecido –màs allà de lo físico- entre padres e hijos… Por experiencia propia y por mis observaciones a través de mi ya larga vida, a mì me parece que son las Madres quienes forman a sus hijos y que, aùn en los casos de Padres con una participación responsable y comprometida, tal participación no va màs allà de un 20-25%... ya no digamos que en la mayoría de los casos es de cero o menos cero, puesto que en muchos casos la Madre tiene que luchar contra los malos ejemplos del Padre… En nuestra reflexión del dìa de ayer se nos hizo notar la importancia de asumir cabalmente nuestras responsabilidades en lugar de buscar culpables de lo que nos pasa fuera de nosotros mismos, porque el encontrarlos se convierte en un buen entretenimiento que nos distrae  de lo que debiera ser el definir lo que haya que corregir y actuar en consecuencia… Todos nos quejamos de la degradación social en la que vivimos: mucha tinta, muchos espacios, muchos discursos se repiten dìa con dìa con diagnósticos que no pasan de ello porque muy poco –mejor dicho nada- es lo que se actùa; nos encanta hablar de los efectos y como que no nos gusta –porque ello nos confronta- hacer referencia a las causas… Mientras no tengamos mejores hombres y mujeres, no es posible aspirar a tener una mejor sociedad y mientras no se reconstruya la integridad de la Familia como institución social clave, seguiremos teniendo niños que “siguen huellas” equivocadas y machos, tan machos, que ante la responsabilidad “son tan hombres” como para correr y dejar a que las Madres se las averigüen… ¡Vale màs que empecemos a actuar, el riesgo de ser devorados por el materialismo que provoca actitudes violentas, propias de algunas especies animales, es cada dìa mayor!... ¡Quienes son los actores de la nota roja de todos los días –cada vez màs jóvenes, cada vez màs menores de edad-, no son seres extraterrestres, todos ellos salieron de nuestros “hogares”: representan a las nuevas generaciones formadas por tì y por mì!... Generaciones llenas de religiosidad y carentes de Dios!...

“Aunque mi padre y mi madre me abandonen, el Señor me recibirà en sus brazos. Guìame, Señor por tu camino; dirígeme por la senda de rectitud”. (Salmo 27:10-11 NVI).
Gracias Padre, por este nuevo dìa, gracias por la luz de tu Palabra, gracias porque en tu amor he encontrado toda la satisfacción a los efectos del sentimiento de rechazo que consciente o inconscientemente me afectaron por tanto tiempo… Padre, hazme parte de tu trabajo de rescate de tu juventud, Señor, juventud que, a pesar de lo que se diga, ha nacido y crecido sin conocerte, dame el camino para ponerme a trabajar en la forma y condiciones que tù dispongas, te lo pido en el nombre glorioso de Jesucristo, mi Señor y Salvador, amèn!...

Tijuana, B. C., agosto 15 del 2011



Friday, August 12, 2011

“Hoy… apreciaré el mover del Espíritu”

A mis amigo(a)s cibernautas:
Agosto 11, 2011 
Y en los postreros días, dice Dios, derramaré de mi Espíritu sobre toda carne, y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán; vuestros jóvenes verán visiones, y vuestros ancianos soñarán sueños; y de cierto sobre mis siervas y sobre mis siervos en aquellos días derramaré de mi Espíritu y profetizarán!” Hechos 2:17-18.
Hermosa promesa de Dios para los últimos tiempos. Esos últimos tiempos comenzaron con la venida del Señor Jesús, pero en estos días estamos viviendo los últimos de los últimos tiempos. Hoy, es un día que forma parte de estos últimos días y quiero estar abierto, dispuesto y listo para ser parte del derramamiento final que ya hemos empezado a sentir. Alguien ha dicho que esta es la época del Espíritu Santo. En Pentecostés, nació la Iglesia, pero si Pedro podía decir que sus días eran los últimos días, creo que nosotros podemos decir que estamos viviendo las últimas horas de los últimos días y siendo los últimos, hoy no quiero desperdiciar estas últimas horas. En la historia de la iglesia estamos viviendo el sábado por la noche, en el reloj de Dios estamos viviendo las once en punto, Pentecostés fue el principio de los últimos días y usted y yo estamos en las postreras horas, lo que el Consolador ya está operando se puede palpar y quiero estar en lugares de delicados pastos disfrutando de su dulce y eterno rocío. Dios está listo a enviar su último derramamiento y está buscando corazones dispuestos,  que sirvan de canales para repartir esa agua fresca y hoy quiero ser uno de ellos. Cuando Pentecostés descendió Dios había captado la atención de todos de tal manera que Pedro se olvidó de los peces, Mateo de los impuestos, Martha de sus quehaceres y la actividad laboral se suspendió, solo había una cosa…esperar y esperar el derramamiento. Dios quiere captar mi atención en estas últimas horas y necesito dejar a un lado muchas de las cosas que estoy haciendo y que simplemente me están trayendo distracción para solo tener mi atención en él…en lo que él está a punto de hacer…en lo que él está queriendo decir para de esa manera no ignorar lo que el Espíritu está diciendo. Hoy quiero dejarme captar la atención por el deseado de todas las gentes. Señor, Gracias por permitirme vivir en estas últimas horas y estos últimos tiempos. No quiero ser un simple espectador del mover de tu Espíritu, quiero entrar en la corriente y ser inyectado por tu poder y por tu visión. Gracias Padre por preparar mi vida y hoy es un día que quiero aprovechar para dejarme llevar por las dulces ondas de tu Espíritu que traen a mi vida una nueva dimensión, la dimensión del Espíritu que a vida eterna permanece. Señor en Pentecostés tu captaste la atención de los ciento veinte y ellos estaban absortos en ti….hoy quiero que captes mi atención. Quiero estar absorto en tu presencia para de esa manera ser parte de lo que tú ya empezaste a hacer. Amén
Dr. Serafín Contreras Galeano. www.serafincontreras.com

¡Hermosa reflexión!... No me canso de repetirles: lo más grandioso, valioso, hermoso, que Dios me ha dado ¡es su PAZ!... y eso es producto de la presencia de su Espíritu Santo en mí… Es así como su Palabra es luz, es así como Él dirige mis pasos, mis pensamientos… Por eso mi mayor anhelo, mi mayor propósito es vivir y morir en una completa y santa comunión con mi Padre Celestial, aleluya!... “cuando venga el Espíritu de la verdad, él los guiará a toda la verdad, porque no hablará por su propia cuenta sino que dirá sólo lo que oiga y les anunciará las cosas por venir” (Juan 16:13 NVI).

“¿cómo sabemos que él permanece en nosotros? Por el Espíritu que nos dio”. (1 Juan 3:24 NVI).
Gracias Padre por este nuevo día, gracias por la luz de tu Palabra, gracias por tu Santo Espíritu en mi corazón… Te pido Señor pongas en mí tanto el querer como el hacer a fin de que se cumpla en mi vida tu santa voluntad, concédeme el que viva y muera en una completa y santa comunión contigo, no me permitas que en momento alguno ponga oídos sordos a tu voz, te lo pido en el nombre glorioso de Jesucristo, mi Señor y Salvador, amén!...

Tijuana, B. C., agosto 12 del 2011

Thursday, August 11, 2011

“¿En qué forma estás?”

A mis amigo(a)s cibernautas:
Reflexiones Cristianas
Agosto 08, 2011 
Las vasijas de barro de todas formas y tamaños eran utensilios valiosos en los hogares de la antigüedad. Nuestros antepasados usaban grandes tinajas para almacenar agua y aceite; empleaban cántaros para acarrear agua y frascos de terracota para guardar perfumes. Las vasijas de barro para almacenamiento se llenaban de granos y otros alimentos. Las amas de casa usaban cazuelas de barro para cocinar. En las comidas, usaban utensilios de barro como platos y tazones. En la noche iluminaban las casas con lámparas de barro. Los alfareros que fabricaban estos utensilios tan necesarios eran parte muy importante de la economía de los antiguos pueblos y ciudades. Un alfarero moderno describió así su artesanía: Mis dos manos dieron forma a esta vasija. Y el lugar en el que se forma en realidad es uno de tensión entre la presión aplicada en el exterior y la presión de la mano del interior. Así ha sido mi vida. Tristeza, muerte e infortunio y el amor de los amigos y todas las cosas que me han sucedido en la vida que ni siquiera elegí. Todas influyeron en mi vida. Sin embargo, hay cosas que creo tengo dentro de mí: mi fe en Dios y el amor de algunos amigos que actuaron en mí. Mi vida, al igual que esta vasija, es el resultado de lo que ocurrió en el exterior y de lo que sucede en el interior de mi vida. La vida, como esta vasija, se forma en lugares de tensión.
(A Guide to prayer for All God´s People, Rueben P. Job y Norman Shawchuck.)
A lo largo del día quizá nos sintamos regulados por el estrés, abrumados por las responsabilidades y presionados por los retos que nos acosan desde el exterior. Sin fortaleza de espíritu en nuestro interior, esas dificultades nos llevarán al derrumbe bajo presión externa. Durante este descanso, alimenta tu espíritu con las Escrituras. Esto te mantendrá fuerte, renovado y restaurado por dentro. Puedes responder con fortaleza interior y creatividad a lo que de otra manera te derrotaría. Recuerda, tu vida interior te da las fuerzas que necesitas para convertirte en un vaso útil en la familia de Dios.
2 Corintios 4:16: “Aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día.” Fuente: Momentos de Quietud con Dios, Editorial UNILIT

Me parece que la reflexión que hoy se nos da, tiene de entrada un muy valioso mensaje: nos recuerda algo que muy fácilmente olvidamos, nuestra área espiritual… Estamos tan atareados en las cosas del diario “vivir” que terminamos siendo esclavos de lo urgente y dejamos de lado lo importante, no se ha equivocado quien nos dice: “si se mantienen fieles a mis enseñanzas, serán realmente mis discípulos, y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres” (Juan 8:32 NVI)… Así como cuidamos nuestra salud física y mental, es de vital importancia el cuidar nuestra salud espiritual, sin que ello requiera el caer en extremos que siempre son malos; no se trata de sustraernos totalmente de nuestro diario vivir e irnos al cerro más alto del pueblo y vivir apartados, no, se trata de tener una clara conciencia de lo que debe ser nuestra vida, nuestras acciones y omisiones para estar en el propósito que dé sentido a nuestras vidas y eso, sólo es posible con Cristo en nuestro corazón, como nuestro Señor y Salvador… “trabajen, pero no por la comida que es perecedera, sino por la que permanece para vida eterna, la cual les dará el Hijo del hombre. Sobre éste ha puesto Dios el Padre su sello de aprobación” (Juan 6:27 NVI).

“No se angustien. Confíen en Dios y confíen también en mí. En el hogar de mi Padre hay muchas viviendas; si no fuera así, ya se lo habría dicho a ustedes. Voy a prepararles un lugar. Y si me voy y se lo preparo, vendré para llevármelos conmigo. Así ustedes estarán donde yo esté. Ustedes ya conocen el camino para ir a donde yo voy” (Juan 14:1-4 NVI)
Gracias Padre por este nuevo día, gracias por la luz de tu Palabra, gracias por darme un camino eterno que no merezco, ayúdame Señor a recorrerlo tomado de tu mano, yo soy el barro, tú eres el alfarero, te lo pido en el nombre glorioso de Jesucristo mi Señor y Salvador, amén!...

Tijuana, B. C., agosto 8 del 2011

“Hoy… viviré para enseñar”

A mis amigo(a)s cibernautas:
Agosto 9, 2011 
Vayan pues a las gentes de todas las naciones, y háganlas mis discípulos…y enséñenles a obedecer todo los que les he mandado a ustedes” Mateo 28:19,20. “Que sea apto para enseñar,” ésa es la norma en la palabra de Dios para los que anhelan ministerios claves en la Iglesia. El siervo sabe que él ha sido puesto para enseñar al pueblo como dijo Pablo: “todo el consejo de Dios”. El pueblo ha llegado golpeado, herido y sacudido por el pecado y ahora forman parte de la Iglesia, pero el siervo recuerda las Palabras de su Maestro: Cuando los siervos pierden el corazón de “siervo” y toman el corazón de “líder”, terminan manipulando al pueblo, son ellos los que deciden y el pueblo no tiene oportunidad de expresar entre lo bueno y lo malo. Se puede manipular abiertamente o se puede manipular sutilmente, pero todo lo que le roba al pueblo la oportunidad de expresar o discernir va por el camino de la manipulación. Como el padre enseña a su hijo para que enfrente la vida un día por sí mismo, el ministro enseña al pueblo para que ellos caminen por sí mismos en el sendero intrincado de este mundo, siendo “luminares” en medio de las tinieblas. Hoy entenderé que Dios me ha llamado para enseñar y formar discípulos que puedan vivir lo enseñado y así formar a otros.  Recordaré hoy el ejemplo del Señor Jesús quién vivió en esta tierra para enseñar a sus discípulos y no tuvo temor de invertirse en ellos para que pudieran llegar aún a límites que nunca imaginaron y por eso un día los sorprendió diciendo: “Cosas mayores que las que yo he hecho ustedes también harán”. La vida es un continuo aprendizaje y de cada persona, de cada evento y de cada circunstancia estamos siempre aprendiendo y Dios nos sigue enseñando. Cuando aprovecho cada lección para de esa manera trasmitirla a otros mi vida se prolonga, trasciende y se proyecta y Dios usa mi vida como un canal de bendición a otros. Este es un buen día para compartir con otros más que cosas, compartir mi corazón a través de las cicatrices en mi existencia. Señor, gracias por enseñarme cada aspecto necesario de la vida.  Gracias por ponerme cerca de personas que necesitan ser enseñadas mientras yo mismo aprendo de ti. Úsame en este día para bendecir a otros e invertirme en otros contando con tu bendición.  En el nombre de Jesús.  Amén.
Dr. Serafín Contreras Galeano. www.serafincontreras.com

Cuando la degradación social en la que vivimos llega a abrumarnos, cabe el hacernos la pregunta: ¿en qué estoy fallando?, porque quienes hemos recibido a Jesús como nuestro Señor y Salvador, tenemos el privilegio de ser hijos de Dios y por lo tanto somos la Iglesia de Cristo, tú y yo, tenemos la responsabilidad de cumplir con lo que todos los creyentes identificamos como “la gran comisión”, el encargo de Jesús en Mateo 28:19-20… Creo que más que buscar disculpas –que siempre encontraremos- se trata de ponernos a trabajar, YA!, sin falsas poses, sin afanes de protagonismo personal, sino tan sólo de serle testigo ante propios y extraños con lo que Él ha hecho en nuestras vidas… “el que se quiera enorgullecer, que se enorgullezca en el Señor. Porque no es aprobado el que se recomienda a sí mismo sino aquel a quien recomienda el Señor” (2 Corintios 10:17-18 NVI), no se trata de hablar bonito, se trata de abrir el corazón con toda humildad y dejar que su Santo Espíritu nos utilice… “porque no serán ustedes los que hablen, sino que el Espíritu de su Padre hablará por medio de ustedes” (Mateo 10:20 NVI)… Que eres muy joven para ello, ¡no lo fuiste para ser salvado! “No me digas: ´Soy muy joven¨, porque vas a ir a dondequiera que yo te envíe, y vas a decir todo lo que yo te ordene. No le temas a nadie, que yo estoy contigo para librarte. Lo afirma el Señor” (Jeremías 1:7-8 NVI)… Que eres ya muy viejo para ello, ¡asi viejos y todo el Señor nos ha rescatado! “aún en su vejez, darán fruto; siempre estarán vigorosos y lozanos, para proclamar: ´El Señor es justo: él es mi Roca, y en él no hay injusticia” (Salmo 92:14-15 NVI), no darle a Él el lugar que le corresponde en nuestra vida es una forma de negarlo: “si alguien se avergüenza de mí y de mis palabras en medio de esta generación adúltera y pecadora, también el Hijo del hombre se avergonzará de él cuando venga en la gloria de su Padre con los santos ángeles” (Marcos 8:38 NVI).

“ustedes son linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo que pertenece a Dios, para que proclamen las obras maravillosas de aquel que los llamó de las tinieblas a su luz admirable” (1 Pedro 2:9 NVI).
Gracias Padre por este nuevo día, gracias por la luz de tu Palabra, gracias por tu amor incondicional que se manifiesta a cada momento de todos los días de mi vida, gracias por levantarme de la inmundicia en la que me ahogaba por tantos años, Padre, pon en mí tanto el querer como el hacer para que me mantenga en mi mayor anhelo que es el vivir y morir en una completa y santa comunión contigo, quita de mí todo afán de protagonismo para que con toda humildad pueda yo serte testigo ante propios y extraños, te lo pido en el nombre glorioso de Jesucristo, mi Señor y Salvador, amén!...

Tijuana, B. C., agosto 10 del 2011