A mis amigo(a)s cibernautas:
Reflexiones Cristianas
Agosto 08, 2011
Las vasijas de barro de todas formas y tamaños eran utensilios valiosos en los hogares de la antigüedad. Nuestros antepasados usaban grandes tinajas para almacenar agua y aceite; empleaban cántaros para acarrear agua y frascos de terracota para guardar perfumes. Las vasijas de barro para almacenamiento se llenaban de granos y otros alimentos. Las amas de casa usaban cazuelas de barro para cocinar. En las comidas, usaban utensilios de barro como platos y tazones. En la noche iluminaban las casas con lámparas de barro. Los alfareros que fabricaban estos utensilios tan necesarios eran parte muy importante de la economía de los antiguos pueblos y ciudades. Un alfarero moderno describió así su artesanía: Mis dos manos dieron forma a esta vasija. Y el lugar en el que se forma en realidad es uno de tensión entre la presión aplicada en el exterior y la presión de la mano del interior. Así ha sido mi vida. Tristeza, muerte e infortunio y el amor de los amigos y todas las cosas que me han sucedido en la vida que ni siquiera elegí. Todas influyeron en mi vida. Sin embargo, hay cosas que creo tengo dentro de mí: mi fe en Dios y el amor de algunos amigos que actuaron en mí. Mi vida, al igual que esta vasija, es el resultado de lo que ocurrió en el exterior y de lo que sucede en el interior de mi vida. La vida, como esta vasija, se forma en lugares de tensión.
(A Guide to prayer for All God´s People, Rueben P. Job y Norman Shawchuck.)
A lo largo del día quizá nos sintamos regulados por el estrés, abrumados por las responsabilidades y presionados por los retos que nos acosan desde el exterior. Sin fortaleza de espíritu en nuestro interior, esas dificultades nos llevarán al derrumbe bajo presión externa. Durante este descanso, alimenta tu espíritu con las Escrituras. Esto te mantendrá fuerte, renovado y restaurado por dentro. Puedes responder con fortaleza interior y creatividad a lo que de otra manera te derrotaría. Recuerda, tu vida interior te da las fuerzas que necesitas para convertirte en un vaso útil en la familia de Dios.
2 Corintios 4:16: “Aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día.” Fuente: Momentos de Quietud con Dios, Editorial UNILIT
Me parece que la reflexión que hoy se nos da, tiene de entrada un muy valioso mensaje: nos recuerda algo que muy fácilmente olvidamos, nuestra área espiritual… Estamos tan atareados en las cosas del diario “vivir” que terminamos siendo esclavos de lo urgente y dejamos de lado lo importante, no se ha equivocado quien nos dice: “si se mantienen fieles a mis enseñanzas, serán realmente mis discípulos, y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres” (Juan 8:32 NVI)… Así como cuidamos nuestra salud física y mental, es de vital importancia el cuidar nuestra salud espiritual, sin que ello requiera el caer en extremos que siempre son malos; no se trata de sustraernos totalmente de nuestro diario vivir e irnos al cerro más alto del pueblo y vivir apartados, no, se trata de tener una clara conciencia de lo que debe ser nuestra vida, nuestras acciones y omisiones para estar en el propósito que dé sentido a nuestras vidas y eso, sólo es posible con Cristo en nuestro corazón, como nuestro Señor y Salvador… “trabajen, pero no por la comida que es perecedera, sino por la que permanece para vida eterna, la cual les dará el Hijo del hombre. Sobre éste ha puesto Dios el Padre su sello de aprobación” (Juan 6:27 NVI).
“No se angustien. Confíen en Dios y confíen también en mí. En el hogar de mi Padre hay muchas viviendas; si no fuera así, ya se lo habría dicho a ustedes. Voy a prepararles un lugar. Y si me voy y se lo preparo, vendré para llevármelos conmigo. Así ustedes estarán donde yo esté. Ustedes ya conocen el camino para ir a donde yo voy” (Juan 14:1-4 NVI)
Gracias Padre por este nuevo día, gracias por la luz de tu Palabra, gracias por darme un camino eterno que no merezco, ayúdame Señor a recorrerlo tomado de tu mano, yo soy el barro, tú eres el alfarero, te lo pido en el nombre glorioso de Jesucristo mi Señor y Salvador, amén!...
Tijuana, B. C., agosto 8 del 2011
No comments:
Post a Comment