A mis amigo(a)s cibernautas:
Agosto 20, 2011
El profeta Jeremías por amor a su pueblo, sentía mucha angustia al ver que no se apartaban del pecado, ni se volvían a Dios. El pasó sus días orando, amando, predicando y advirtiendo, únicamente para hallar la insensibilidad de un pueblo que endureció su corazón ante la presencia y el amor de Dios. Sin embargo, Dios le dice: “He aquí que yo los refinaré y los probaré; porque ¿Qué mas he de hacer por la hija de mi pueblo?. Con estas palabras Dios les hace saber dos cosas importantes: Que los llevará a la excelencia y formará su carácter para hacerles madurar y crecer en bendición. Cuando un metal es refinado adquiere mayor valor y belleza. El refinamiento de parte de Dios, nos lleva a la excelencia, a ser mejores cada día. De igual manera, las pruebas: aunque muchas veces pensamos cuando estamos en medio de ellas, que son para destruirnos y derribarnos, es todo lo contrario. En las pruebas difíciles es donde nuestro carácter y nuestra fe son perfeccionados. En medio de las pruebas podemos hacernos hombres y mujeres valientes que se levantan en medio de las circunstancias, llevando en su mano una bandera de victoria, con un corazón conforme a Dios. Dios en su infinita misericordia decidió amarnos y no hacer otra cosa que darnos cada día una oportunidad más. Pero, podemos preguntarnos hoy:
¿Cómo vemos a Dios en medio de las pruebas, como un Padre castigador ó un Padre que me ama tanto que me lleva a la excelencia y me ayuda a crecer y a aprender?
“¡Como el padre se compadece de los hijos, Se compadece Jehová de los que le temen. Porque él conoce nuestra condición…¡” Salmos 103:13-14
Ana de Arcia Maracay,Venezuela
Me parece que como un ejercicio para el fortalecimiento de nuestra fe, nos conviene el repasar –con la frecuencia que a cada quien le parezca necesaria- el concepto en que tenemos a nuestro Señor y Salvador, porque Èl no es un Dios de contradicciones, nos lo dice con toda claridad su Palabra: “Dios no es un simple mortal para mentir y cambiar de parecer. ¿Acaso no cumple lo que promete ni lleva a cabo lo que dice? (Nùmeros 23:19 NVI)… Los que con gran facilidad caemos en contradicciones, en incongruencias, somos los seres humanos sin que los que decimos que creemos en Èl seamos la excepción: ¿creemos realmente en que entregò a su Hijo amado para que su preciosa sangre pagara por nuestros pecados?, si es asì, no debemos tener ni la màs mínima duda de su amor por TODOS nosotros, como nos lo dice su Palabra: “el que no escatimò ni a su propio Hijo, sino que lo entregò por todos nosotros, ¿còmo no habrá de darnos, junto con èl, todas las cosas? (Romanos 8:32 NVI)… Asì que debemos decir con Santiago: “considérense muy dichosos cuando tengan que enfrentarse con diversas pruebas, pues ya saben que la prueba de su fe produce constancia. Y la constancia debe llevar a feliz tèrmino la obra, para que sean perfectos e íntegros, sin que les falte nada” (Santiago 1:2-4 NVI).
“ni la muerte ni la vida, ni los àngeles ni los demonios, ni lo presente ni lo por venir, ni los poderes, ni lo alto ni lo profundo, ni cosa alguna en toda la creación, podrá apartarnos del amor que Dios nos ha manifestado en Cristo Jesùs nuestro Señor” (Romanos 8:38-39 NVI).
Gracias Padre por este nuevo dìa, gracias por la luz de tu Palabra, gracias por tu amor incondicional que se me ha manifestado a lo largo de mi vida y se me manifiesta todos los días, no porque lo merezca sino porque tù me amas y quieres y me das lo mejor para mi vida, gracias por tu fidelidad a toda prueba… Te pido Señor me perdones, me perdones cuando las circunstancias me hacen dudar y caigo en contradicciones que me llevan a negarte, perdóname y ubícame para que con mi vida haga realidad el que te amo por sobre todas las cosas, te lo pido en el nombre glorioso de Jesucristo, mi Señor y Salvador, amèn!...
Tijuana, B. C., agosto 20 del 2011
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