A mis amigo(a)s cibernautas:
Agosto 9, 2011
“Vayan pues a las gentes de todas las naciones, y háganlas mis discípulos…y enséñenles a obedecer todo los que les he mandado a ustedes” Mateo 28:19,20. “Que sea apto para enseñar,” ésa es la norma en la palabra de Dios para los que anhelan ministerios claves en la Iglesia. El siervo sabe que él ha sido puesto para enseñar al pueblo como dijo Pablo: “todo el consejo de Dios”. El pueblo ha llegado golpeado, herido y sacudido por el pecado y ahora forman parte de la Iglesia, pero el siervo recuerda las Palabras de su Maestro: Cuando los siervos pierden el corazón de “siervo” y toman el corazón de “líder”, terminan manipulando al pueblo, son ellos los que deciden y el pueblo no tiene oportunidad de expresar entre lo bueno y lo malo. Se puede manipular abiertamente o se puede manipular sutilmente, pero todo lo que le roba al pueblo la oportunidad de expresar o discernir va por el camino de la manipulación. Como el padre enseña a su hijo para que enfrente la vida un día por sí mismo, el ministro enseña al pueblo para que ellos caminen por sí mismos en el sendero intrincado de este mundo, siendo “luminares” en medio de las tinieblas. Hoy entenderé que Dios me ha llamado para enseñar y formar discípulos que puedan vivir lo enseñado y así formar a otros. Recordaré hoy el ejemplo del Señor Jesús quién vivió en esta tierra para enseñar a sus discípulos y no tuvo temor de invertirse en ellos para que pudieran llegar aún a límites que nunca imaginaron y por eso un día los sorprendió diciendo: “Cosas mayores que las que yo he hecho ustedes también harán”. La vida es un continuo aprendizaje y de cada persona, de cada evento y de cada circunstancia estamos siempre aprendiendo y Dios nos sigue enseñando. Cuando aprovecho cada lección para de esa manera trasmitirla a otros mi vida se prolonga, trasciende y se proyecta y Dios usa mi vida como un canal de bendición a otros. Este es un buen día para compartir con otros más que cosas, compartir mi corazón a través de las cicatrices en mi existencia. Señor, gracias por enseñarme cada aspecto necesario de la vida. Gracias por ponerme cerca de personas que necesitan ser enseñadas mientras yo mismo aprendo de ti. Úsame en este día para bendecir a otros e invertirme en otros contando con tu bendición. En el nombre de Jesús. Amén.
Dr. Serafín Contreras Galeano. www.serafincontreras.com
Cuando la degradación social en la que vivimos llega a abrumarnos, cabe el hacernos la pregunta: ¿en qué estoy fallando?, porque quienes hemos recibido a Jesús como nuestro Señor y Salvador, tenemos el privilegio de ser hijos de Dios y por lo tanto somos la Iglesia de Cristo, tú y yo, tenemos la responsabilidad de cumplir con lo que todos los creyentes identificamos como “la gran comisión”, el encargo de Jesús en Mateo 28:19-20… Creo que más que buscar disculpas –que siempre encontraremos- se trata de ponernos a trabajar, YA!, sin falsas poses, sin afanes de protagonismo personal, sino tan sólo de serle testigo ante propios y extraños con lo que Él ha hecho en nuestras vidas… “el que se quiera enorgullecer, que se enorgullezca en el Señor. Porque no es aprobado el que se recomienda a sí mismo sino aquel a quien recomienda el Señor” (2 Corintios 10:17-18 NVI), no se trata de hablar bonito, se trata de abrir el corazón con toda humildad y dejar que su Santo Espíritu nos utilice… “porque no serán ustedes los que hablen, sino que el Espíritu de su Padre hablará por medio de ustedes” (Mateo 10:20 NVI)… Que eres muy joven para ello, ¡no lo fuiste para ser salvado! “No me digas: ´Soy muy joven¨, porque vas a ir a dondequiera que yo te envíe, y vas a decir todo lo que yo te ordene. No le temas a nadie, que yo estoy contigo para librarte. Lo afirma el Señor” (Jeremías 1:7-8 NVI)… Que eres ya muy viejo para ello, ¡asi viejos y todo el Señor nos ha rescatado! “aún en su vejez, darán fruto; siempre estarán vigorosos y lozanos, para proclamar: ´El Señor es justo: él es mi Roca, y en él no hay injusticia” (Salmo 92:14-15 NVI), no darle a Él el lugar que le corresponde en nuestra vida es una forma de negarlo: “si alguien se avergüenza de mí y de mis palabras en medio de esta generación adúltera y pecadora, también el Hijo del hombre se avergonzará de él cuando venga en la gloria de su Padre con los santos ángeles” (Marcos 8:38 NVI).
“ustedes son linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo que pertenece a Dios, para que proclamen las obras maravillosas de aquel que los llamó de las tinieblas a su luz admirable” (1 Pedro 2:9 NVI).
Gracias Padre por este nuevo día, gracias por la luz de tu Palabra, gracias por tu amor incondicional que se manifiesta a cada momento de todos los días de mi vida, gracias por levantarme de la inmundicia en la que me ahogaba por tantos años, Padre, pon en mí tanto el querer como el hacer para que me mantenga en mi mayor anhelo que es el vivir y morir en una completa y santa comunión contigo, quita de mí todo afán de protagonismo para que con toda humildad pueda yo serte testigo ante propios y extraños, te lo pido en el nombre glorioso de Jesucristo, mi Señor y Salvador, amén!...
Tijuana, B. C., agosto 10 del 2011
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