Friday, August 19, 2011

“Me Amas?…!Sígueme!”

A mis amigo(a)s cibernautas:
Agosto 17, 2011 
Jesús fue crucificado y resucitó al tercer día, presentándose luego ante sus discípulos donde estos se encontraban ocultos por temor a los judíos. Luego Jesús se manifestó por tercera vez a sus discípulos junto al mar de Tiberias, donde compartió con ellos pescado y pan. Después de haber comido, Jesús pregunta a Pedro en tres oportunidades: ¿me amas?. Respondiendo Pedro: ¡Si Señor, tu sabes que te amo!. Jesús ante esta afirmación de Pedro, en la primera oportunidad le dijo: Apacienta mis corderos, en la segunda, Pastorea mis ovejas, y en la tercera, Apacienta mis ovejas. Al instante, le hace saber que siendo joven iba a donde quería mas en su vejez sería llevado a donde no quiera y por otro. Añadiendo: ¡Sígueme!. Jesús no dejó que la respuesta de Pedro al decir que le amaba fueran solo palabras, Jesús las acompañó de una acción que Pedro tenía que cumplir como muestra de su amor: Apacienta, pastorea, sígueme. El amar es una decisión, y esa decisión debe ir acompañada de una acción.
Es fácil decir te amo y dar la espalda y seguir. Pero es extraordinario, cuando decimos ¡te amo!  Y esa palabra va acompañada de una mano que levanta, de un abrazo que consuela, de una ayuda oportuna, de cuidados llenos de ternura, de una sonrisa, del servicio a otros. ¿Cuàntas veces le decimos a Dios, que le amamos y no le seguimos, no le honramos, no le servimos?
¡Muéstrame mi honra, si me dices padre, muéstrate como un hijo, si me dices rey entrega mi trono que está en tu corazón!.” Malaquías 1:6
Ana de Arcia
Maracay,Venezuela

Tomo de nuestra reflexión de hoy la frase: “es fácil decir te amo y dar la espalda y seguir”, comportamiento que me atrevo a decir es parte de nuestra condición humana que en su egoísmo, poniendo antes que nada su propio interés, es capaz de mentir, hasta de mentirse a sì mismo… Por eso, en mi pueblo dicen: “hechos son amores y no buenas razones” y en su contraparte: “la mula no era arisca… la hicieron”… Ahora bien, pretender engañar a Dios es no conocerlo “no me llega aùn la palabra a la lengua cuando tù Señor, ya la sabes toda” (Salmo 139:4 NVI), y se cae en una incongruencia que raya en lo ridículo, porque se le cree capaz de darnos lo que le pedimos y al mismo tiempo no se le cree con la capacidad de conocer nuestro corazón… ¡vaya insensatez!... Sin embargo, nuestro Padre Celestial en su gran amor por TODOS nosotros, nos da el camino en el Manual de Vida que nos ha entregado: veamos en 1 de Corintios 13 lo que quiere decir AMOR y dejémonos de “dar palos de ciego”…

¿quièn es el que me ama? El que hace suyos mis mandamientos y los obedece. Y al que me ama, mi Padre lo amarà, y yo también lo amarè y me manifestarè a èl” (Juan 14:21 NVI).
Gracias Padre por este nuevo dìa, gracias por la luz de tu Palabra, gracias porque en ningún momento has condicionado tu gran amor por mi y por los mìos y me has colmado con tu vida abundante a pesar de mì, te agradezco el que me hayas levantado y te pido Señor, en el nombre glorioso de Jesucristo, mi Señor y Salvador, que pongas en mì, tanto el querer como el hacer a fin de que me mantenga en mi propósito, en mi anhelo, de vivir y morir en una completa y santa comunión contigo, para recorrer, tomado de tu mano, el camino eterno, que aunque no lo merezco, tu me ofreces… Gracias Padre!...

Tijuana, B. C., agosto 18 del 2011

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