Monday, August 15, 2011

“Caìdas y vuelos”

A mis amigo(a)s cibernautas:
Vuelos y caídas, fracasos y excusas, dolor repetido, traiciones, engaños. Una vez màs te sientes utilizado, una vez màs recibes la bofetada de una traición, una infidelidad o abandono. Cuàntos fracasos màs quieres acumular en tu vida; cuàntos màs sintiéndote vìctima, delegando culpas y responsabilidades en los demás y en las circunstancias: “Porque fulanito o fulanita es malo o mala me engañò, se aprovechò de mì”. ¿Por què no enfrentas con honestidad tu error, tu culpa, tu fracaso? ¿Por què no aceptas por lo menos la posibilidad de que el error sea tuyo y no de los demás? Enfrenta con honestidad tu propia responsabilidad y responde con sinceridad a esta pregunta: ¿Què esperabas de esa situación?, a todas luces absurda e incierta.” “Es que yo esperaba que cambiara, yo creì que iba a cumplir su palabra, yo pensé que esto no iba a durar, que era sòlo una aventura; que esto lo podía dejar cuando quisiera”. Promesas de borracho que no se cumplen. Inconciencia que te roba valores, dignidad y respeto.
Darìas un gran paso si por lo menos hoy tienes el valor de enfrentar –asì frente a frente- la magnitud del error, ¡de tu error!; ante ese peso, esa làpida que te agobia, no se te olvide voltear al cielo, percibe la sonrisa de la luna, el brillo de las estrellas, el viento que acaricia tu rostro y te dice: “Tienes una nueva oportunidad tù decides si la aprovechas o te quedas estancado, repitiendo infiernos y fracasos, generando infiernos y sufrimientos, atrayendo personas y circunstancias que renuevan una y otra vez tu soledad, tu vacìo, tu dolor”. Mira, para volar alto, tan alto hasta donde puedas sentir la Presencia del Creador, basta desearlo y decirle: “Señor, por mì nada puedo, dame tu mano para emprender un vuelo de libertad”. Y como Èl siempre responde, percibe la fuerza infinita que surge de tu corazón como un abrazo, y con esa sensación voltea una vez màs a tu interior, perdona lo que tienes que perdonar. Ya no cobijes màs el error de antaño de alguien inconsciente que dejó una huella de dolor en tu corazón. Ahora, abraza a tu niño interior y dile: “Pequeño, pequeñito mìo, nadie mejor que yo sabe lo que necesitas, y desde hoy, chiquito, chiquita mìa, te lo voy a dar yo: amor, respeto, espacios para jugar, para estar contigo, y al ser tù y yo uno solo y uno solo en Dios, el amor llega a la vida como regalo”. “La paz, la serenidad y la libertad de ser simplemente yo”.
El vuelo que toca el corazón de Dios surge del reconocimiento de tu propia debilidad que te brinda la oportunidad de transformarla en fortaleza, fortaleza que te regala el Espìritu y el Amor de Dios.
(tomado del libro “las màs bellas reflexiones de la doctora Levinstein”; editorial Panorama)

“Para sentirme competente para vivir y digno de la felicidad, necesito experimentar una sensación de control sobre mi vida. Esto exige estar dispuesto a asumir la responsabilidad de mis actos y del logro de mis metas. Lo cual significa que asumo la responsabilidad de mi vida y bienestar”… “Si asumo la responsabilidad de mis emociones”, dijo una mujer que agotaba a su familia y amigos con sus quejas, “no estaría tan deprimida; apreciarìa de què forma a menudo hago sentirme desgraciada; apreciarìa cuànta rabia estoy negando; admitirìa que gran parte de mi infelicidad es fantasiosa; me centrarìa màs en las cosas buenas de mi vida; advertirìa que estoy intentando hacer que la gente se sienta culpable por mì; verìa que puedo ser feliz màs a menudo”… (tomado del libro “los seis pìlares de la autoestima” de Nathaniel Branden; editorial Paidòs)… ¿Por què siempre ver el “vaso medio vacìo” y dejar de verlo “medio lleno”?... “el ladròn no viene màs que a robar, matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y la tengan en abundancia” (Juan 10:10 NVI).

“¡Sè fuerte y valiente! ¡No tengas miedo ni te desanimes! Porque el Señor tu Dios te acompañarà dondequiera que vayas” (Josuè 1:9 NVI).
Gracias Padre por este nuevo dìa, gracias por la luz de tu Palabra, gracias por tu fidelidad a toda prueba, gracias porque me has colmado con una vida abundante a lo largo de mi vida… Te pido Señor que alejes de mi corazón toda manifestación de desànimo porque eso sería negarte y, por el contrario, concédeme Padre el que la fe que me has revelado sea la divisa de mi vida a fin de que guiado por tu Santo Espìritu, viva y muera en una completa y santa comunión contigo, te lo pido en el nombre glorioso de Jesucristo, mi Señor y Salvador, amèn!...

Tijuana, B. C., agosto 14 del 2011

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